Crónica de un final anunciado

Los vecinos de las 1.311 viviendas viven atemorizados, esta semana se desató un nuevo enfrentamiento entre las familias Nieves y Rodríguez, quienes desde hace años mantienen en vilo a la barriada y prometen seguir, si…

jueves 01/11/2012 - 10:49
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Los vecinos de las 1.311 viviendas viven atemorizados, esta semana se desató un nuevo enfrentamiento entre las familias Nieves y Rodríguez, quienes desde hace años mantienen en vilo a la barriada y prometen seguir, si una de las familias no es retirada del sector. Mientras, el resto de los vecinos que quieren vivir tranquilos son víctimas de robos todos los días y piden más seguridad, en uno de los barrios más peligrosos de la ciudad.

El barrio Isidro Quiroga es uno de los más populosos en la zona sur de nuestra ciudad, hace casi veinte años más de mil familias se instalaron en ese lugar, pero desde hace unos cinco años, centenares de familias han decidido irse a otros barrios, cansados de ser víctimas de robos o pensando que ya no se puede vivir con tanto  temor.

En la actualidad el barrio Isidro Quiroga se ha convertido en uno de los más peligrosos de la ciudad, porque a cualquier hora hay enfrentamientos armados entre grupos antagónicos, conocidos por la policía y la Justicia. Se trata de individuos que tienen frondosos prontuarios, pero nadie sabe por qué motivo siguen en libertad, generando miedo en el resto del vecindario. Cabe destacar que es común escuchar a cualquier hora disparos de arma de fuego, incluso los vecinos cuentan que, muchas veces al mediodía cuando los niños van a la escuela, los delincuentes se enfrentan con armas de fuego y tiroteos que pueden tener como victimas a personas inocentes.

Es muy común saber de vecinos que cansados de tanta inseguridad han decidido irse del barrio, en muchos casos dejando las viviendas, que a los pocos días son usurpadas por jóvenes delincuentes, quienes no pueden ser retirados por la policía, debido a la falta de accionar por parte de la justicia. Asimismo otros vecinos, venden sus casas, muy por debajo del valor real, cansados de la inseguridad y las amenazas que reciben constantemente.

Mientras, quienes todavía viven en las 1.311 esperan que alguien desde el Poder Político, haga algo para cambiar la situación de miedo, de la que nadie escapa, donde ya no alcanza con tener un sistema de alarmas o que alguien de la familia se quede siempre en la vivienda para no ser robados o asaltados.

Por otro lado, desde la secciona quinta de policía admiten que para hacer frente a los delincuentes, hacen lo que pueden con las escasas herramientas con las que cuentan. Quizá la jurisdicción con mayor cantidad de habitantes, tiene una comisaría que es una vivienda, donde solo cuentan con dos calabozos y un par de móviles que no alcanzan para cubrir tanta demanda de los vecinos.

En diálogo con El Comodorense en Radiocracia, el vecinalista Antonio Bargas culpó al gobierno de lo que está sucediendo en el barrio, porque el IPV hace años tendría que estar trabajando. En este sentido dijo que hace algunos años desde la vecinal se hizo un relevamiento de las usurpaciones, pero nadie se preocupó, y ya había cerca de 45 viviendas usurpadas.

Bargas le solicitó al Instituto Provincial de la Vivienda que se instale en el barrio y trabaje junto a la vecinal, para ver cuál es la gente que tiene que seguir viviendo y quienes deberían irse del barrio. “Hoy se siguen quemando viviendas, se siguen tirando tiros y hay miedo en los vecinos, por eso se encierran, no hablan, no denuncian porque tienen miedo a las represalias, ya se ha convertido en tierra de nadie”.

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