De modo más lento que en el resto del mundo pero aun así constante, la caída del precio del crudo empezó a afectar la actividad petrolera en el país. En el último año, la cantidad de equipos de perforación en actividad cayó alrededor del 30%, al pasar de unos 130 operativos en el arranque del 2015 a unos 90 por estos días, según datos oficiales.
La baja de equipos en Argentina se siente sobre todo en Chubut, donde el Gobierno provincial, las operadoras y los gremios acordaron un calendario forzado de vacaciones para suspender la actividad durante casi todo el verano. El acuerdo buscó evitar los daños colaterales del parate de la actividad, que se siente más en el sur, donde buena parte del crudo se exporta y está directamente atado a los precios internacionales.
Sin embargo, Neuquén también sintió el cimbronazo. YPF, la principal operadora, frenó la actividad de al menos cinco equipos en sus yacimientos. La clásica postal de las torres paradas en los parques de las grandes empresas como H&P, Nabors o DLS que se registra en Estados Unidos no se ve todavía en la zona por dos razones. En principio, porque el impacto numérico todavía no es tan grande, pero sobre todo porque «los fierros» no bajaron del campo, sino que siguen allí, pero sin trabajar.
El hecho de no moverlos alimenta la expectativa de que en el corto o mediano plazo puedan entrar de nuevo en actividad, pero todo hace prever que la perforación caerá a su mínima expresión el año que viene. Para colmo, en los yacimientos más activos de la cuenca se impusieron las perforaciones horizontales, por lo que la cantidad de pozos podría caer aún más.
Mientras tanto, los sindicatos custodian los equipos y sacan cuentas sobre el año que viene. Muchos afiliados a Petroleros y a Jerárquicos están de vacaciones, pero no saben con qué escenario se van a encontrar cuando retomen. Temen que se repita el escenario del 2008, cuando terminaron en sus casas, cobrando sólo el salario básico.
El nivel de actividad en el 2016 estará atado de forma directa a la evolución del barril de crudo así como al tipo de cambio, que recién se estabilizará en los próximos meses.
La clave no estará tanto en el petróleo sino en el gas, donde aún hay un gap muy importante para cubrir de hidrocarburo importado e inclusive hay mercados terrestres para llegar a buen precio en el caso, todavía lejano, de que sobre el suministro, según informó el portal Río Negro.
