Dicen que desde que Mauricio Macri triunfó en el ballotage postergó dos veces su encuentro con Hugo Moyano y que tomó decisiones que enojaron al sindicalista.
Fue el caso de la frustrada elección de Jorge Lawson en el Ministerio de Trabajo, que según mencionó Ricardo García por ‘Canal26’, logró vetar Moyano.
Sin embargo, tuvo que soportar luego la designación de Jorge Triaca en el mismo puesto. Designación que, además, dejó contentos a varios de sus adversarios internos.
Moyano no olvida, por otra parte, que el papá del diputado macrista quiso intervenir el gremio camionero cuando fue titular de la cartera laboral de Carlos Menem, en los años noventa.
Pero, el conocido como gran conciliador, Triaca, ya lo habría llamado a Moyano para aclarar los tantos y habrían quedado en verse, según informó Urgente 24.
Hoy, el futuro ministro hablará con Macri también sobre el equipo que lo acompañará y daría una señal que tranquilizaría al camionero: quiere sumar a Sabor, el subsecretario de Trabajo porteño, de fluida relación con el moyanismo, con el resto de los sectores sindicales y con los empresarios.
Para colmo, Moyano no pudo sumar a nadie todavía en Transporte, que es un tema que le interesa y que tanto con Eduardo Duhalde como en su momento, con Néstor Kirchner, tuvo sus secuaces.
Macri confirmó en Transporte a Guillermo Dietrich, el mismo que había hecho campaña para impedir la llegada a su equipo del experto moyanista Guillermo López del Punta y que incluso tiene una excelente relación con Omar Viviani, uno de los peores enemigos del camionero.
Moyano aspiraba a que su especialista fuera nombrado como secretario o subsecretario del área. Es lo único que habría pedido en concreto a Macri durante sus numerosos contactos reservados. Por eso, ahora los dirigentes moyanistas estallaron de furia, en sintonía con su jefe.
Dicen que Diego Santilli fue el encargado de calmar los nervios de Moyano al menos hasta el jueves próximo cuando, por fin, se juntarían Macri y Moyano para almorzar.
