
“Seguimos haciendo chuchitas comunitarias”, anuncian con alegría desde el grupo de vecinos que se propuso cambiarle la vida a los perros callejeros. Las cuchas, hechas de madera, están pensadas para brindar refugio durante las frías noches que se avecinan. Y lo más importante: todo el trabajo es completamente sin fines de lucro.
“No las cobramos, las hacemos para que los angelitos callejeros estén un poquitito más cubiertos, más aún en el invierno frío que nos espera”, explican en las redes sociales.
Una de las figuras clave del equipo es Lalitoo. “Con las maderas y con todo lo que sea reparaciones en general nos ayuda mucho”, cuentan, agradeciendo su incansable trabajo. “Gracias por poner tu granito de arena y ayudarnos con esta locura”, agregan.
El plan es claro: seguir construyendo tantas cuchas como sea posible y distribuirlas en los lugares donde más se necesiten. El objetivo no es solo proteger, sino también concientizar sobre el abandono y promover una cultura de respeto hacia los animales.
La iniciativa invita a más personas a sumarse, ya sea con donaciones de materiales o colaborando en la construcción. Cada cucha representa mucho más que madera y clavos: es un gesto de amor en forma de refugio.
Algunas de las cuchas ya se encuentran en Avenida Kennedy y Francisco Behr y la otra sobre Avenida Hipólito Yrigoyen al 2200. «Iremos haciendo más, para repartir y que nuestros callejeros pasen un invierno menos expuestos», concluyeron.