El viernes por la noche se produjo el primer homicidio del año en Comodoro. La víctima fue identificada como Emiliano Ávila de 33 años, cuyo cuerpo yacía sin vida en calle Alvear al 300.
Se apersonaron efectivos de la Seccional Segunda, que se encontraron con el hombre con visibles manchas de sangre producto de una herida de arma de fuego en su espalda.
El personal médico convocado llegó en contados minutos y confirmó la muerte de Ávila.
Los testimonios de los vecinos coincidían en que la víctima del homicidio había sido visto en el patio de un domicilio ajeno, y que allí habría recibido el balazo mortal al momento de intentar escapar. La munición ingresó por su omóplato derecho y tiene orificio de salida en la parte izquierda de su pecho.
Ante estas versiones, la Policía comenzó a barajar dos hipótesis principales. La primera se centra en que el joven asesinado había ingresado al patio del jubilado con intenciones de robo; mientras que la segunda, muy diferente a la inicial, reza que Ávila se introdujo en el patio buscando refugio al estar escapandose de otro episodio violento.
Con la confirmación de la identidad de la víctima del crimen también se pudo saber que no tenía antecedentes penales. Sus allegados resaltaban que tenía trabajo estable, estaba por finalizar sus estudios y ese viernes gozaba de un día libre.
Lo cierto es que la posibilidad de que el joven haya estado escapando y buscó refugio en el patio ajeno es la hipótesis que más fuerza tomó a estas horas.
La confirmación llegará en días venideros tras la revisión de cámaras de seguridad, nuevos testimonios y también el propio del autor del disparo.
En tanto, el jubilado continuaba detenido a la espera de la definición de su situación judicial. Cabe recordar que fue sindicado de haber cometido homicidio agravado por uso de arma de fuego, aunque se presume que fue en el marco de un episodio sumamente confuso para ambas partes.
