El choque fue protagonizado, en Rivadavia y Kennedy, por los conductores de un Chevrolet Cruze y de un Chevrolet Corsa.
En el caso del conductor del Cruze carecía de licencia para manejar y el del Corsa no tenía ninguna documentación del vehículo ni licencia habilitante, lo que sumado a la alcoholemias positiva determinó el secuestro de ambos automóviles por parte del área municipal de Tránsito.