A 7 meses del hecho que impactó en la provincia de Neuquén, ayer fue condenado el policía que asesinó a un colega luego de querer hacerle un “chiste” apoyando su arma reglamentaria en su pecho para luego gatillar y terminar con su vida.
En este contexto, Nicolás Leopoldo López (29), quien llegó detenido al debate que tuvo lugar en el Tribunal Oral neuquino, fue acusado del “homicidio con dolo eventual, agravado por el uso de arma de fuego”, en perjuicio de Diego Escobar (28).
“Lo que para el acusado pudo haber sido una broma, para nadie más lo fue”, explicó el juez de garantías Luis Giorgetti, integrante del Tribunal, junto a sus colegas Carina Álvarez y Estefanía Sauli.
A dicha sentencia se sumaron los magistrados, la fiscal Silvia Moreira y el asistente letrado Pablo Jávega, quienes pidieron que se declare la responsabilidad penal del policía por el citado delito, el cual se ve agravado significativamente por haber utilizado su arma reglamentaria para efectuar el disparo “a quemarropa” y matar a la víctima, lo que le podría costar una pena mínima de 10 años y 4 meses.
Luego del debate y la lectura del veredicto condenatorio, el Tribunal deberá pautar una fecha para realizar la audiencia de cesura en la que se le dará el monto de la pena adecuada.
Ante esta situación, el abogado defensor del asesino, Omar Urra, aseguró a Télam que esperará los fundamentos del fallo para apelar ya que consideró que con “los testigos quedó descartada la intención de matar”.
Para justificar dicha sentencia señaló que “es gente que se conocía de toda la vida, amigos, lo que no acredita esta probabilidad de que haya tenido la intención de quitarle la vida”.
No obstante la fiscal no hizo hincapié en dicha mención ya que según ella quedó “comprobado” que López cometió el crimen y “no tuvo ninguna voluntad de evitar ese resultado”.
“El primer día del juicio dijimos que íbamos a poder acreditar que el imputado mató a Diego Escobar. Entendemos que con la prueba que dimos estos días ha quedado comprobado”, aseguró.
Una vez fallado eso, el juicio se enfocó en debatir si el homicidio cometido habría sido doloso o culposo, ya que en ambos casos habría una condena diferente para el acusado.
“Existe una línea delgada entre ambos conceptos”, reconoció la fiscal y precisó: “En el caso de dolo eventual, el sujeto acepta que la conducta es capaz de producir la lesión al bien jurídico, y deja librado al azar que ese resultado lesivo no sucediera y se muestra indiferente”.
La fiscal explicó que “eso es lo que sucedió en este caso” y agregó que López tenía conocimiento de que su conducta podía lesionar la vida de Escobar. Sin embargo “emprendió la acción, cargó el arma, apuntó y efectuó el disparo”.
“Aceptó la probabilidad de que podría provocar la muerte de la víctima y no tuvo ninguna voluntad de evitar ese resultado”, dijo para concluir la explicación.
Poder Judicial neuquino (Google Maps)
En tanto, la defensa de la víctima, Marcelo Hertzriken Velasco, se adhirió al pedido de la fiscalía.
Diferente se manifestó el abogado del policía ya que según él, el homicidio fue de índole “culposo” ya que su cliente “no tuvo intención de cometerlo” sino de hacer “un chiste”, tal cual ya lo había hecho antes. Así lo declaró el mismo acusado.
“Él fue uno de los oficiales que egresó de manera virtual. Hay un programa que tenía que cumplirse y no se hizo. Una vez egresado no se lo siguió capacitando”, aseguró Urra y añadió: “Nunca debió ser policía, no terminó con la currícula como estaba prevista y todo esto contribuyó a ser tan negligente”.
Así apuntó “directamente a la fuerza provincial”, ya que consideró que López “no estaba apto para ser policía” y esta lo permitió sin darse cuenta de ello.
“De hecho, la perito del mismo Poder Judicial hizo un llamado de atención a la Jefatura respecto a que esta persona no podía entrar y que tenían que ser más estrictos con la selección de reclutamiento”, indicó para respaldar su declaración.
En tanto al hecho en cuestión, tuvo lugar el jueves 9 de marzo, alrededor de las 15:20, en el local ubicado en 12 de Septiembre al 800, en el centro-oeste de la capital provincial, donde la víctima estaba trabajando junto a dos primos y otro empleado.
La fiscal de Homicidios, Eugenia Titanti, relató que el policía López, que contaba con aproximadamente dos años de antigüedad en la fuerza, se acercó al negocio luego de haber terminado su servicio y allí se topó con uno de los primos de Escobar, a quien en forma de chiste le apuntó con su arma reglamentaria en el pecho y apretó el gatillo, sin que saliera el proyectil.
“Asustado, le dijo que no hiciera eso, que no era un juego. Pero haciendo caso omiso, López ingresó al taller, dónde estaba la víctima junto a su otro familiar”, señaló en su momento la fiscal en la audiencia de imputación de cargos.
Una vez adentro del cuartel reiteró la maniobra: apoyó el arma en el pecho de Escobar y volvió a apretar el gatillo pero esta vez, el disparo se efectuó, por lo que la víctima murió casi de inmediato.
