
La muerte del papa Francisco a los 88 años abrió un proceso que se repite pocas veces en el siglo. Cónclave es, justamente, el nombre que se le da a la reunión de cardenales que deben decidir quién será el próximo sumo pontífice. También, así se llama la película que estuvo nominada al Oscar este año y que se metió, con mucho impacto, en ese detrás de escena.
El film dirigido por Edward Berger y protagonizado por Ralph Fiennes tuvo un gran recorrido por diferentes festivales y se llevó el máximo galardón que da la Academia de Hollywood al Guion Adaptado.
¿Por qué? Por la fascinante manera de mostrar las conspiraciones y los secretos detrás de la determinante elección, una especie de lado oculto del Vaticano que pocos se animaron a plasmar en cine.
De qué se trata “Cónclave”, al película protagonizada por Ralph Fiennes
La trama del film Cónclave -basada en la novela de Robert Harris- se mete con la historia de la inesperada muerte del Papa, que deja con poca capacidad de reacción al Vaticano por el gran número de candidatos con posibilidades de sucederlo.En ese contexto, el cardenal Thomas Lawrence es quien se encarga de armar la reunión con sus colegas, mientras va definiendo todos los pasos a seguir del decisivo encuentro de la Iglesia católica.
En ese contexto, el cardenal Thomas Lawrence es quien se encarga de armar la reunión con sus colegas, mientras va definiendo todos los pasos a seguir del decisivo encuentro de la Iglesia católica.
Durante el armado de ese engranaje para determinar el futuro del Vaticano, el cardenal experimentará en carne propia los enfrentamientos personales, las conspiraciones y las dudas existenciales de cada uno de sus colegas.
A partir de esas rencillas internas, y durante la votación en la que intentará mover las fichas de ese cónclave, el cardenal queda en el centro de uno de los máximos secretos de la historia.