El Mundial de Qatar fue uno de los puntos más altos de alegría para los argentinos. Algunos hinchas siguieron el paso a paso desde el país, pero muchos otros postergaron compromisos o hicieron locuras para estar cerca de la Selección. Uno de ellos fue Leandro Valdez que, junto a su familia, se la jugó por una corazonada que pudo haber salido muy mal: vendió su auto y sumó ahorros para viajar a Qatar después de la derrota ante Arabia Saudita.
Un año después, TN se contactó con Leandro y mantuvo la misma alegría que ese 18 de diciembre de 2022. “¿Si lo volvería a hacer? Sí, totalmente”, afirmó sin dudarlo. Haber visto la consagración en Qatar en primera persona no tiene precio.
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El viaje a Qatar, un salto al vacío del que no se arrepiente: “La locura más linda de mi vida”
La expectativa con la que se vivió el Mundial de Qatar fue grandísima. La Selección argentina liderada por Lionel Scaloni, Lionel Messi, Rodrigo De Paul y Dibu Martínez, entre otros, generó una confianza plena en los hinchas. Por eso, nuestro país fue uno de los que más entradas solicitó para los partidos.
El golpe recibido el 22 de noviembre por la mañana en el partido del debut ante Arabia Saudita hizo dudar a más de uno. Pero muchos otros reafirmaron su fe y entre ellos se encontraba la familia Valdez.
Decididos a apoyar a la Selección y con la confianza intacta, se la jugaron y buscaron la manera de estar en tierras qataríes. Vendieron el auto (un Chevrolet Prisma del 2014), juntaron ahorros y emprendieron viaje.
La posibilidad de perder ese esfuerzo de años estaba latente, sin embargo, nada importó. A la distancia, un año después, Leandro, en nombre de toda su familia, no duda a la hora de responder que fue la decisión correcta. “Sí, creo yo que fue la locura más linda de mi vida”, le dijo a TN.
Y agregó: “Hice varias, pero esto de decidirlo sobre la marcha, después del partido con Arabia, tramitar los pasaportes de la familia en el encuentro con México y estar viajando en el duelo frente a Polonia, fue lo más arriesgado y lo que más se disfrutó, sin dudas”.
“¿Si lo volvería a hacer? La respuesta es sí, totalmente. Vender el auto, lo del peluche, la gente hermosa que conocimos allá. Fue una cosa hermosa”, sostuvo.
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La consagración impagable que valía todos los ahorros familiares
El hincha argentino es pasional, impulsivo. Ese amor por la camiseta, por querer estar presente en un momento que podía ser histórico –y lo fue-, pudo más que cualquier cosa para la familia Valdez. Incluso, con la posibilidad de perderlo todo.
Sin embargo, nada de eso sucedió. “Ahora estoy bastante mejor. Creo que es como todo en la vida: uno a veces hace las cosas de manera arriesgada, pero siempre pensando en positivo y que el universo da el doble, y así fue. Estoy feliz”.
El peluche qatarí de 180 dólares que duerme junto a su hija
La historia de Leandro y su familia traspasó fronteras. Para el equipo de TN enviado a Qatar no fue común ver un peluche gigante con la camiseta de la Selección argentina en las afueras del estadio. Por eso, al charlar con sus dueños se descubrió un relato increíble.
El presente había sido fruto de una charla con una mujer qatarí que se emocionó del relato de la travesía de la familia argentina. “En un momento se fue y al rato regresó con un peluche para la bebé”, había contado Leandro, atónico, en su momento. El juguete todavía tenía la etiqueta y había costado 180 dólares.
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Por eso, la gran pregunta, después de la consagración, los festejos y la euforia, es: ¿Qué pasó con ese peluche? “Sigue en casa, ja. Sigue con la misma camiseta que le pusimos aquella vez y es parte de la familia ya. Está en la mesita de luz de la nena, siempre a su lado”, confirmó Leandro.
La consagración en Qatar, un recuerdo para toda la vida
Aquellos que tuvieron la posibilidad de estar presentes en el Mundial de Qatar vivieron una experiencia inolvidable. De esas que se recuerdan por años, décadas, siglos. Experiencias eternas, como los campeones del mundo.
Por eso, a la hora de quedarse con un solo momento de la travesía, Leandro no dudó: “La final”, afirmó. Si bien representa el objetivo alcanzado desde lo deportivo, tiene una carga emotiva tremenda: es la consumación de ese sueño que tuvieron como familia para viajar sin mirar atrás.
“Todo lo que sucedió de inmediato fue inolvidable: después del gol de Montiel, esas lágrimas, esa desesperación. Es algo que tanto yo como toda mi familia no vamos a olvidar. En definitiva, fuimos para eso. Fuimos con la esperanza y con la fe de que este Mundial iba a ser nuestro y así fue”.
En este camino, al igual que muchos argentinos, Leandro contó con una compañía desde el más allá, que empujaba para que se lograra la gloria nuevamente después de 36 años: Diego Armando Maradona. “En todo sé que el Diego desde el cielo acompañó”, sostuvo Leandro con la misma confianza y fe que lo hizo viajar a Qatar. Y tiene razón.
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Los penales marcaron la vida deportiva de Leandro en el último año
Leandro Valdez no pasaba desapercibido en los estadios qataríes. Mientras las camisetas de la Selección argentina inundaban las calles, los shoppings y las canchas imponentes de Qatar, él se distinguía del resto con su casaca de San Miguel.
Un año después de la consagración ante Francia por penales, el destino le regaló una nueva alegría: San Miguel ascendió a la Primera Nacional después de vencer a Douglas Haig.
“Como hincha de San Miguel, la verdad que sufrí más los penales con San Miguel que con la Selección, ja”, le contó a TN.
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Si bien la consagración con la Selección argentina es para toda la vida y nos une como argentinos, la pasión por el club tiene un trasfondo personal muy profundo: “Me tocó vivir las peores épocas. Ahora llegar al Nacional es por ahora lo mejor que le pudo haber pasado al club”.
El camino del Trueno Verde no fue nada sencillo y estuvo al borde de la derrota, sin embargo, guardaban un as bajo la manga, su propio Dibu Martínez para los penales: Joaquín Pucheta. “En la tanda de penales hubo dos match point para Douglas y por suerte con la actuación de Pucheta que sin dudas es nuestro Dibu Martínez, ja, lo pudimos revertir y San Miguel pudo coronar”.
Más allá de estas comparaciones sentimentales, Leandro recordó todo lo que vivió en este año deportivo y todavía no puede creerlo. “Por suerte, con mi familia, en menos de un año pudimos ver a Argentina campeón del mundo y a San Miguel subir al Nacional después de 20 años”, afirmó con muchísima emoción.
