El primer día de gestión tras asumir el cargo, el presidente mezcló reuniones diplomáticas con Cuba y EEUU, asistió a las asunciones de los gobernadores bonaerense, Axel Kicillof y de Santa Fe, Omar Perotti y recorrió la Casa Rosada sacándose selfies con empleados.
Alberto llegó a las 9,14 en auto desde la residencia de Olivos. Lo esperaban su vocero Juan Pablo Biondi, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y el canciller Felipe Solá para reunirse con el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, quien lo esperó más de media hora en el Salón Eva Perón del primer piso de la Casa Rosada porque Fernández dedicó sus primeros minutos para saludar a los trabajadores que lo recibieron con el canto de «Alberto Presidente» y aprovechó la oportunidad para sacarse selfies, luego, con Santiago Cafiero a su lado, les dijo: «Me gustaría sacarme una foto con todos, pero vamos a seguir trabajando».
Su primera reunión con el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, Alberto acordó profundizar mecanismos de cooperación e intercambio económico, y social y cultural, medidas que contemplan colaboración de Cuba para recibir medicamentos genéricos para la entrega a jubilados de bajos recursos, uno de los anuncios que el presidente hizo al asumir ante la Asamblea Legislativa.
A las 10,30 horas, mantuvo un breve diálogo con los periodistas acreditados en la Rosada, donde se quejó por las condiciones en que recibió la Casa de la gestión de Mauricio Macri, en este caso, dijo «porque no funciona el aire acondicionado del despacho presidencial».
Y aprovechó para lanzar una ironía a su antecesor: «No sé si venía a trabajar el presidente», dijo y agregó «porque no funciona el aire acondicionado acá y es insufrible el calor».
Como habían anticipado sus voceros, Fernández mantuvo una agenda formal y otra paralela, informal en su primer día de gestión: la diplomática la completó a su regreso de La Plata de la asunción del gobernador Kicillof, donde se volvió a mostrar junto a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Luego se reunió con el enviado del presidente Donald Trump, el subsecretario interino del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael Kozak y su delegación.
Antes de almorzar, Alberto continuó con una recorrida por distintos sectores de la Casa de Gobierno y armó más revuelo entre los empleados permanentes que se agolparon en la puerta del salón comedor del segundo piso.
Acompañado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, Alberto continuó luego con la agenda extraoficial, que incluyó entre otras, la visita del Gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá.
