La ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió que el desempleo «va a aumentar» en el país, debido a que se asiste a un «rediseño de la economía, que necesita precarización». «Hay un modelo de país que me huele a un modelo antiguo, agroexportador, con menos consumo interno. Este modelo necesita precarización, lo que supone mayores posibilidades de hambre, de incremento de la pobreza y desocupación», alertó en un mano a mano con Roberto Navarro por C5N.
En este marco, la ex Presidenta auguró que el desempleo «va a aumentar, porque se está rediseñando la economía. Si hay menos industrias y comercios, va a haber menos trabajo registrado y más desocupación. Es el rediseño de una economía que nosotros la queríamos con consumo, que ahora parece que molesta».
«Se ve, uno lo nota cuando viene del Sur, que hay más cartoneros, gente en situación de calle, es muy evidente. Es un fenómeno que se produce a partir de la pérdida y destrucción del trabajo, la suba de alimentos, la quita de retenciones, tarifazo y falta de una política como la que teníamos nosotros, de precios cuidados», planteó la ex mandataria.
«Yo no entiendo a estos capitalistas que no quieren que haya política de consumo», sostuvo y consideró que «nadie invierte si no está asegurado el consumo».
Señaló que durante su mandato se había «logrado articular una red, con Estado y la propia gente, de precios cuidados, no de precios controlados».
También consideró que «la inflación de ahora es más del doble» que en la de su gestión y aseguró que «la incrementó el tarifazo y la desaparición del rol del Estado para diseñar políticas orientadoras de precios».
Al ser consultada sobre su futuro político, la ex Presidenta jugó al misterio: «No tengo vocación de opositora, tengo vocación de construcción, yo quiero que no se pierda lo que se construyó en los últimos 12 años. ¿Por qué todo tiene que pasar por un cargo institucional?», se preguntó. En ese sentido, instó a «construir un modelo alternativo, una nueva mayoría», y al respecto dijo que «no hay que hacer oposición, sino construir esa alternativa». Y remarcó en referencia al peronismo: «Yo no excluyo a nadie».
Asimismo, sostuvo que el Gobierno de Macri enfrenta en el Parlamento «una cuasi oposición que no termina siendo oficialismo, pero tampoco oposición» y al responder sobre una eventual candidatura suya dijo que «yo no planifico mi vida».
Tampoco quiso dar respuestas sobre la versión de una presunta reunión que habrían tenido el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y su hijo y diputado Máximo Kirchner. «Pregúntenle a Máximo o a Massa», dijo, mientras que al ser consultada sobre si el líder del FR era un límite a un posible acuerdo político, evitó definiciones: «Mi límite son los genocidas, pero no voy a hablar de dirigentes», planteó.
Por otra parte, pareció apuntar contra los sectores peronistas que se alejaron del kirchnerismo tras la derrota electoral, al señalar que hay «una oposición que no hace oficialismo ni oposición», y amplió: «Convencieron a muchos parlamentarios de que si le pagábamos a los fondos buitre iban a llover los dólares. ¿Y qué pasó con las inversiones? Nada».
