Cervezas artesanales: el consumo cayó hasta 30%

Con precios que parten de los $4.400 por vaso, los estilos suaves como Golden, Blonde y Pilsen recuperan protagonismo ante el retroceso de las variedades más caras y lupuladas. Qué pasa con los bares, los consumidores y la presión impositiva según algunos referentes del sector.

lunes 12/05/2025 - 16:59
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El consumo de cerveza artesanal enfrenta una etapa de reacomodamiento en la Argentina. Luego de años de crecimiento impulsado por la innovación, la cultura «lupulera» y la proliferación de bares especializados, los problemas económicos, el cambio en los hábitos de consumo y la presión impositiva delinean un escenario más austero, donde las cervezas clásicas y de bajo costo vuelven a ocupar el centro de la escena.

El estilo más consumido actualmente es el IPA que proviene de Indian Pale Ale, tiene sus orígenes en la Inglaterra del siglo XVIII. Se dice que su nombre proviene de su popularidad entre los soldados y colonos ingleses en la India, quienes apreciaban su sabor peculiar y su capacidad para resistir extensos viajes por mar sin resultar afectadas, se caracterizan por su alto contenido de lúpulo, lo que genera un amargor distintivo y un aroma floral intenso, publicó Ámbito.

«Las cervezas más lupuladas tienen más sabor, más aroma y son más complejas», explicó Martín Boan, primer sommelier de cerveza del país y director del Centro de Cata de Cerveza. Dueño de Bierlife, un restaurante cervecero con 40 canillas en San Telmo, Boan aclaró que este gusto por el amargor también tiene raíces culturales. «En Argentina nos gusta el amargor», aseguró.

Pero la elección no está guiada solo por el paladar. La retracción del consumo también modificó las preferencias. «Notamos una baja general. La gente cuida más su consumo si maneja, la juventud toma menos alcohol y quienes consumen eligen mejor», señaló Boan.

Por su parte, Eduardo Page, de la cervecería Hormiga Negra, fue más contundente: «La caída ronda el 30% si cotejamos los últimos 18 meses. En bares, el caudal de clientes bajó y también creció el interés por otras bebidas como gin tonic, tragos o fernet».

Este nuevo escenario impactó en la producción. Las cervezas más costosas, complejas o de nicho se vieron más afectadas. «Los cerveceros que hacían esas variedades están elaborando en menor cantidad y con menos cuerpo para no encarecer el producto», explicó Boan.

Page coincidió: «La gente aún no conoce los estilos más complejos. Este es el primer año en el que la Blonde empieza a liderar las ventas».

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