“Negra, por qué vos siempre me repreguntás a mi”. Aunque la frase suene xenófoba, no lo es. Es, en realidad, un maltrato innecesario y repudiable. De parte del candidato del PJ Modelo Chubut, Martín Buzzi, a la periodista de Grupo Jornada, Lorena Figueroa.
Fue después que, durante la primera conferencia de prensa que Buzzi dio ayer, la periodista le preguntara: “¿Evaluarán hacer una presentación a nivel nacional en caso de que el Superior Tribunal de Justicia avale la nulidad de las urnas y la convocatoria a complementarias?”. La consulta, realizada dos veces, no tuvo respuesta concreta.
Cuando la conferencia de prensa terminó. Buzzi se paró, miró a Lorena Figueroa y se produjo este diálogo:
– “Negra ¿Por qué vos siempre me repreguntas a mi? ¿Por qué no le preguntás al otro?” ( en referencia a Carlos Eliceche).
– “Vos me estás hablando en serio?
– Si, si.
– ¿Pero no ves las conferencias de Eliceche? Porque yo pregunto…
– Si si, las veo, por eso. ¿Porqué siempre me repreguntas a mí y al otro no le preguntás?
– Disculpá, pero como tengo que tomar esto?
– Tomalo como quieras”
No es la primera vez que ocurre. Ni de parte de Buzzi ni de otros políticos que convivieron estos días en la Legislatura de la provincia. Los dueños del poder y quienes piensan que lo son o lo serán en la provincia suelen dar permanentemente, consejos a los periodistas en relación a cómo tienen que realizar su tarea.
También los maltratan. O con respuestas violentas o con repreguntas. A periodistas del Grupo Jornada les ocurrió bastante seguido durante todo el proceso electoral. Y en otros tiempos también. Si Buzzi empieza con estas apretadas estamos todos al horno.
Se fastidia por una pregunta común de un periodista local pero se arrodilla para contestar alguna pregunta insidiosa de algún enviado de un medio nacional. Ayer ocurrió con un enviado de un medio gráfico absolutamente identificado con el kirchnerismo
No hay respeto por los periodistas locales. Al contrario. Aunque caminamos el mismo barro y soportamos los mismos vientos durante todo el año.
A esta altura, Buzzi debería saber que un periodista es un trabajador. Ni igual ni distinto a otro. Trabaja por un salario, debe cumplir determinadas cantidad de horas y días en la semana. Un trabajador, como los que la mayoría de los políticos dicen defender.
Es verdad que la de periodista suele ser una profesión más pasional, complicada y comprometida que otras.
Precisamente por eso, merecería respeto. Nadie se cree dueño de la verdad. Ni tampoco, los periodistas nos creemos seres distintos. Dijimos: somos iguales a todos. Y aunque a Buzzi no le guste demasiado, una de las principales tareas del periodista es preguntar. Preguntar lo que quiere saber la gente. Y después contarlo.
Entendemos los nervios de un político que está jugando gran parte de su futuro en un interminable escrutinio. Entendemos que también la política está hecha de pasiones, que es complicada y que exige compromiso. Como la de un periodista. La diferencia es que no acostumbramos faltarle el respeto a nadie.
Dicen que la política es el arte de lo posible. Que entonces genere las disculpas que un trabajador maltratado se merece.
Fuente: Diario Jornada
