Alertan por cierre de la terapia intensiva infantil del Hospital Regional

Mariela Subira, una de las médicas especializadas que atiende ese servicio, indicó que la escasez de recurso humano para el sector es determinante para tal decisión, pues la sobrecarga resulta estresante en lo laboral y…

jueves 24/11/2011 - 21:30
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Mariela Subira, una de las médicas especializadas que atiende ese servicio, indicó que la escasez de recurso humano para el sector es determinante para tal decisión, pues la sobrecarga resulta estresante en lo laboral y la paga es mucho mejor en otras latitudes, especialmente para las guardias, que son demasiadas para el escaso personal y las promesas de más recurso humano se desvanecen.

“Mantuvimos la situación lo más que hemos podido por el compromiso que tenemos con la salud pública. Llegamos a un punto donde debemos empezar de nuevo, juntarnos con Pediatría, formar un servicio más sólido y quienes estamos a cargo de los críticos, hacer una unidad de recuperación y traslado hasta tanto se vuelva a abrir como corresponde” remarcó la pediatra.

En diálogo con el programa “Luenzo de Una”, que se emite por Radiocracia, enfatizó que la terapia infantil ya se tiene que cerrar porque no se puede sostener. “El mes que pasó un compañero se tuvo que ir, tomarse licencia obligatoria y quedamos tres pediatras para atender un servicio de terapia, algo increíble. Uno está detrás del otro, de 8 a 14, de 14 a 8 (guardia) y así, dejando nuestra vida personal y familiar, poniendo en riesgo nuestra propia salud por el estrés de llevar al hombro un servicio de esta complejidad, que es algo que no queremos volver a pasar y por eso decimos basta”, dijo.

Subira tiene 33 años y es madre de una criatura de siete meses de edad, lo que complejiza más su situación particular. “Me voy con la tranquilidad de haber hecho todo desde un principio para que la terapia funcione, pero el recurso humano no llega y no es algo de ahora. Esto desde un principio arrancó mal. Sucede desde hace siete meses que abrió la Terapia Intensiva Infantil. A esto se suma la falta de pagos, tuvimos que costearnos de nuestro bolsillo el curso de especialidad”, ejemplificó.

El trato con las autoridades
“Siempre nos pidieron tiempo, que aguantemos, que sigamos poniendo el hombro, que ellos buscan en el resto del país profesionales que vengan a juntarse con nosotros a prestar un servicio como debe ser. Este sector es crítico, estresante. Los especialistas en esto tienen trabajo donde quieran y te pagan muy buenos sueldos en cualquier parte del país”, comentó.

Y señaló que en Buenos Aires pagan entre dos y tres mil pesos la guardia. “Este mes tenía diez guardias para hacer en terapia. Allá ganaría 25 ó 30 mil pesos, y acá, 13 mil por ejemplo. Si al profesional querés tentarlo para que venga, empezá subiendo la oferta porque con esos números no van a venir. Ni siquiera piensan en venirse a vivir acá para trabajar” lamentó.

Demanda permanente

Hace diez días tenían las cuatro camas del servicio ocupadas. “La demanda es grande. Esto va en desmedro de nuestra salud y de la de los pacientes. Un médico que trabaje en una especialidad como esta, cansado, que quiere irse a su casa, no va a rendir lo mismo que alguien que está trabajando en buenas condiciones”, reclamó.

Subira sostuvo que la decisión es irreversible hasta tanto no venga el recurso humano. “No vamos a dejar a la gente y sentimos una responsabilidad por la población, por los niños y vamos a garantizar el tratamiento del niño crítico para su estabilización y traslado para una unidad que cuente con todo lo que necesite para salir adelante”, rubricó. Las opciones son Trelew y Buenos Aires.

Opciones limitadas

Los médicos que hoy renuncian son los que le están poniendo el cuerpo a las guardias tanto externas como las de sala. Son todos jóvenes al igual que ella y quieren trabajar, pero en buenas condiciones. Lo mismo pasa con los médicos de pediatría.

Una de las posibilidades es la de juntar los dos servicios, hacer una pediatría un poco más sólida con los pediatras de la Terapia Intensiva que estabilicen y deriven a los niños graves. Por lo pronto los que quedan trabajando son los cuatro de terapia y los cinco de pediatría. Al menos en insumos y recursos materiales están bien, quizá la excepción entre tantas malas noticias que les rodean.

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