Y llegó el día, nomás. Después de varias semanas de tratativas y de acercar posiciones entre los clubes, Alan Varela deja Boca para irse a Porto, de Portugal. Se trata de una venta muy celebrada por el club xeneize, que conseguirá 11 millones de euros. Es el pase más oneroso de la administración actual.
Jorge Almirón pierde a una pieza clave de su estructura principal en el mediocampo, más allá de que el regreso del colombiano Jorman Campuzano, que estaba en préstamo en Turquía, pareció ser un indicio de que el DT quería asegurarse un reemplazo importante para cuando sucediera la venta.
De hecho, Varela y Campuzano compartieron el primer tiempo del encuentro del miércoles pasado con Nacional en Montevideo, por la ida de la serie de octavos de final de la Copa Libertadores. De todos modos, Alan, de 22 años, es uno de los futbolistas que más jugaron en el ciclo del entrenador, al que se le va un titular indiscutido.
Almirón descansaba sobre algunas sociedades ofensivas y los buenos rendimientos individuales, entre ellos, el del número 5 surgido en el club, proyectando una revancha con el conjunto uruguayo, la del miércoles próximo, a la que en la Ribera se la vive como una final. Pero no lo tiene más: Porto lo quiere para la final de la Supercopa de Portugal, que se hará ese mismo día, frente a Benfica, y le pide que viaje durante este fin de semana. Pero el volante viajaría luego del encuentro con Nacional. Está en disputa eso.
Porto mejoró la oferta que había sido rechazada inicialmente por Boca y la venta está acordada. El mediocampista central, que debutó en la primera de Boca en 2020 con Miguel Russo en la conducción y ya suma 110 partidos en esa división, no venía mostrando su mejor nivel en los últimos partidos de la Liga Profesional y hasta parecía que se había despedido de los compañeros cuando ni siquiera fue convocado para el último juego de ese certamen en la Bombonera.
Sin embargo, muy valorado por Almirón en lo táctico y en el manejo de la pelota, estuvo desde el inicio en la victoria sobre Independiente (2-0) que marcó el final del torneo, y también frente a Nacional el miércoles pasado. Por si se caía la operación con Porto, Almirón quería tenerlo activo.
