Chubut podría ser la primera provincia en votar en el 2023

El rumor corre fuerte en la política provincial. Se habla de votar en marzo del año que viene a gobernador e intendentes, e incluso de modificar el sistema electoral. Acuerdos que van armando un nuevo…

lunes 07/03/2022 - 0:33
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El rumor corre fuerte en la política provincial. Se habla de votar en marzo del año que viene a gobernador e intendentes, e incluso de modificar el sistema electoral. Acuerdos que van armando un nuevo mapa electoral.

Chubut podría convertirse en 2023 en la primera provincia en votar en un año electoral que se anticipa como muy complejo, con fuertes tensiones en los frentes políticos a nivel nacional y provincial. De hecho, habría conversaciones entre los principales dirigentes que hoy componen las fuerzas del Frente de Todos  y de Chubut al Afrente, el peronismo y el arcionismo y sus aliados; para fijar una fecha electoral de renovación de gobernador, vice, legisladores provinciales, intendentes y concejales, introduce la columna política De Puño y Letra del diario El Chubut.

Se habla de marzo del año que viene. Un calco de lo que ocurrió en 2011, cuando el entonces gobernador Mario Das Neves desdobló las elecciones provinciales del calendario nacional.

Fueron aquellos comicios que se ganaron con la fórmula Martín Buzzi-Gustavo Mac Karthy, luego de unas elecciones complementarias de mayo. Luego Buzzi y Mac Karthy saltaron del dasnevismo a los brazos del kirchnerismo, pero eso ya es historia antigua en una provincia donde todos los años parece estar cambiando el mapa electoral, al punto que la fuerza que arrasó con las últimas elecciones apenas cuatro meses atrás, fue Juntos por el Cambio con el ya senador Ignacio “Nacho” Torres encabezando la boleta, en una sociedad compleja e inestable con el radicalismo provincial, y un tercero de menor poder electoral, el Polo Social.

Adelantar el reloj conlleva riesgos de inventario, pero también algunos beneficios. El gobernador Mariano Arcioni, el intendente de Comodoro Rivadavia Juan Pablo Luque, el vicegobernador Ricardo Sastre, lo saben. Y ya mantienen conversaciones sobre la ingeniería electoral del año que viene.

A la vez, hay grupos en el peronismo y en agrupaciones afines, que piensan en diversos sistemas electorales ya sea para esquivar las PASO si fuese posible, como para reducir riesgos de dispersiones. Y de paso, sacarle a Juntos por el Cambio de integrar una boleta “fuerte” con un candidato a presidente como Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, con o sin radicales en la fórmula. Por supuesto, en la oposición ganadora en la provincia están expectantes, y sobre aviso.

La idea de votar desdobladoo con diferentes esquemas no es nueva en Chubut. En las últimas elecciones de gobernador cuando Das Neves era o candidato o el “gran elector”, consiguió imponer a los que fueron sus candidatos en 2011, luego ganó él mismo en 2015, primero desdoblando los comicios, y en 2015 encabezando una boleta corta junto a Mariano Arcioni como vicegobernador. Luego, Arcioni conseguiría ganar las elecciones adelantando también el turno provincial de la provincia en junio de 2019.

Más delicado resultaría modificar el sistema electoral. Hay quienes en el peronismo propician un sistema de Boleta énica, es decir, todos los candidatos de todas las categorías, de todos los partidos, en un solo papel en el que los electores marquen su preferencia con una cruz, y otros más arriesgados hablan de una “Ley de lemas”, al estilo santacruceño, lo que hace fruncir el ceño en la oposición, y también en el sastrismo, una de las fuerzas en disputa del peronismo provincial.

En el sistema “de Lemas”, pueden anotarse tantos candidatos como quieran bajo el paraguas de un mismo frente o partido, y al que gana de ese grupo, se le suman los votos de todos los demás, lo que podría transformar en gobernador a alguien con menos del 20% de los votos, tranquilamente.

Es un sistema considerado “de la rosca”, y muy poco representativo de la voluntad popular. Pero existe. En Chubut, se usó en 1991 pero en una combinación con “segunda vuelta”, a modo de “internas”. Fue así como Osvaldo Sala derrotó a Marcelo Guinle, y a su vez, perdió luego con el radical Carlos Maestro. Fue en 1991. En la legislatura algunos ya hablan de la “Ley de Lemas” para el año que viene, y los opositores les están advirtiendo que se pegarán “un tiro en el pié”.

El adelantamiento electoral a marzo del año que viene, implicaría un llamado electoral en noviembre de este año como plazo más «estirado» (noventa días) y de algún modo correría los procesos políticos previos, es decir, el reacomodamiento de fuerzas y candidatos, por lo menos a agosto de este año.

Es decir, podrías tener un «año electoral» de casi un año y medio. Y luego, dependiendo de la situación nacional, la economía, y de cómo quede el mapa, estaría el asunto de una transición de nueve meses, que en Chubut podría ser demasiado larga.

El adelantamiento electoral a marzo del año que viene, implicaría un llamado electoral en noviembre de este año como plazo más «estirado» (noventa días) y de algún modo correría los procesos políticos previos, es decir, el reacomodamiento de fuerzas y candidatos, por lo menos a agosto de este año.

Por supuesto antes de hablar de las fechas, que es como colocar el carro delante del caballo, hay que ver qué ocurre con los procesos políticos. En la mayoritaria Juntos por el Cambio está todo bastante claro. El radicalismo está por cambiar autoridades, en el PRO manda Ignacio Torres, y harán o no un frente electoral el año que viene, mientras mantienen latiendo la “mesa provincial” del frente, y las conversaciones de ida y vuelta con todos los dirigentes, aún con enojos en el medio, y no pocas “chicanas” cruzadas. Pero en el peronismo, los vasos comunicantes, el fenómeno de ósmosis, es bastante más complejo.

Días atrás, el asesor presidencial Julián Leunda apareció con declaraciones que sorprendieron, al explicitar que el gobierno nacional daría su apoyo en una carrera de gobernador al intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque.

No sería de sorprender. Luque es uno de los mejores candidatos que podría exhibir el peronismo por razones parecidas a las que Ricardo Sastre podría disputar la gobernación. Ambos expresan un peronismo nuevo, más volcado al trabajo, el desarrollo, el industrialismo, a explotar al máximo la potencialidad de las ciudades. Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn son dos buenos ejemplos de lo conseguido, cuya contracara es Trelew, y el modelo pobrista que representa el intendente Adrián Maderna.

Imagen de Martín Levicoy

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