Se trata del niño de 4 años que sobrevivió al fatal accidente ocurrido hace una semana en el camino Roque González. Toma leche a través de una sonda y también juega. Hoy comenzará a ser intervenido quirúrgicamente en la parte inferior de la cara.
Mauro Padilla, el niño de 4 años que sobrevivió al fatal accidente ocurrido el sábado 29 de enero en el camino Roque González -donde fallecieron sus padres y su hermanita de 8 meses- se recupera favorablemente de las lesiones que sufrió en el rostro, cabeza y pulmones. Le quitaron el respirador artificial y se entretiene con libritos y juguetes en la cama de terapia intensiva.
“Monito”, como lo apodan los médicos del Hospital Regional, se ganó el afecto de todos los médicos por su historia de vida y por sus fuerzas para superar la gravedad del accidente.
Hoy comenzará a ser intervenido quirúrgicamente en la parte inferior de la cara, ya que sufrió una severa fractura del tercio medio inferior del rostro, con fractura de ambos maxilares, el superior y el inferior y la pérdida de varias piezas dentarias.
Esas lesiones, según los especialistas, fueron producto del fuerte impacto contra su rostro de algún fierro retorcido del automóvil en que viajaba con sus padres y que impactó de frente con una Toyota Hilux a la altura de la rotonda del barrio Saavedra.
El especialista Fabián Nadini le reconstruirá la mandíbula por medio de un procedimiento de osteosíntesis. El especialita hoy comenzará con los estudios pertinentes para que Mauro vuelva a sonreír. Perdió en el accidente sus dientecitos de leche, pero los médicos creen que los recuperará con el tiempo cuando vuelva a cambiar las piezas dentarias.
Recuperación
El estado de salud de Mauro en los primeros días era de extrema gravedad ya que además registraba un fuerte golpe en el cráneo que le produjo un edema cerebral y pulmonar.
Además, otro fuerte golpe en un pulmón le provocó una neumopatía, según informó el director asociado de gestión médica del Hospital Regional Eduardo Wassermann. Sin embargo, Mauro logró sobrellevar la neumopatía y los edemas hasta que el miércoles finalmente le quitaron el respirador artificial.
Mientras tanto, su tía Cinthya, único familiar que tiene en Comodoro Rivadavia, está muy contenta porque Mauro ya la reconoció. Le contó a Diario Patagónico que le compró algunos libritos y juguetes a pedido de los médicos para que el niño juegue.
“Monito” o “Chancho” así lo rebautizaron los especialitas de la Terapia Infantil que le brindan mucho afecto y que están preocupados por la realidad que deberá enfrentar Mauro con tan corta edad. Ya no tiene a sus padres ni a su hermanita, por lo que la Defensoría de Menores deberá resolver su tutela.
Wasserman sostuvo que el trabajo de los especialitas en la recuperación del niño ha sido fundamental. “Este servicio de terapia infantil es lo que la ciudad estaba necesitando, un servicio a la altura de los hospitales de alta complejidad”, dijo el director asociado.
La tragedia ocurrió en un choque frontal que protagonizaron un Chevrolet Corsa y una Toyota Hilux. Junto a Mauro, en el automóvil que se desplazaba de sur a norte por el camino Roque González, viajaban sus padres Joel Padilla (26) y Graciela Martínez (25), al igual que su hermanita Anahí de sólo 8 meses. Los tres perdieron la vida de manera instantánea.
Mientras, el conductor de la Toyota Hilux que transitaba de norte a sur, fue identificado como Carlos Barría (53), residente del barrio Isidro Quiroga, quien sufrió traumatismos y cortes en su cuerpo.
(El Patagónico)
