A 36 años de la muerte de Jorge Luis Borges: las mejores frases del escritor

Diez de las célebres definiciones sobre la escritura, el amor y los libros más recordadas del escritor argentino. TN – El 14 de junio de 1986 murió Jorge Luis Borges en Ginebra, Suiza, a los 86…

martes 14/06/2022 - 9:04
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Diez de las célebres definiciones sobre la escritura, el amor y los libros más recordadas del escritor argentino.

TN – El 14 de junio de 1986 murió Jorge Luis Borges en Ginebra, Suiza, a los 86 años. Poeta, narrador y ensayista, es considerado uno de los escritores más importantes del mundo pese a que nunca fue reconocido con el máximo galardón en la literatura, el Premio Nobel.

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899. Leía y escribía ya a los 5 años, mientras que a los 11 tradujo por primera vez la obra en inglés de su admirado escritor Oscar Wilde. A partir de 1921 y mientras trabajaba como bibliotecario, profesor y conferencista, empezó a publicar sus poemas y ensayos en revistas literarias.

En 1923 publicó su primer libro de poesíaFervor de Buenos Aires. En los años siguientes editó sus libros más notables, sobre malevos, laberintos y memoria: Historia de la eternidad (1936), Ficciones (1944), El Aleph (1949), El hacedor (1960), Elogio de la sombra (1969), Historia de la noche (1977) y Los conjurados (1985).

Jorge Luis Borges, poeta, ensayista y escritor argentino.
Jorge Luis Borges, poeta, ensayista y escritor argentino.

Fue designado director de la Biblioteca Nacional y Profesor de Literatura Inglesa en la Universidad de Buenos Aires en 1955. Por su obra y su trayectoria fue ganador del primer Premio Formentor a las Letras en 1961 junto a Samuel Becket, el Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes en 1962, el Premio Jerusalén en 1971 y el Alfonso Reyes en 1973.

Además, Jorge Luis Borges recibió en 1960 el prestigioso Premio Cervantes, otorgado por la Real Academia Española. Sin embargo, siempre se dijo que por culpa de su postura política conservadora no logró obtener el Premio Nobel de Literatura, al que fue candidateado durante tres décadas y que sin duda merecía por la calidad y la originalidad de sus obras.

Tanto en sus obras como en las numerosas entrevistas que le realizaron, dejó para la historia frases que dan cuenta de su humor ácido. Las frases fueron extraídas de libros de entrevistas, entre ellos “Diálogos” con el escritor Osvaldo Ferrari, publicado en 1986 por la Editorial Sudamericana.

Jorge Luis Borges: las mejores frases de su humor

  • “Dos personas me han hecho la misma pregunta: ¿para qué sirve la poesía? Y yo les he dicho: bueno, ¿para qué sirve la muerte? ¿Para qué sirve el sabor del café? ¿Para qué sirve el universo? ¿Para qué sirvo yo? ¿Para qué servimos? Qué cosa más rara que se pregunte eso, ¿no?”.
  • “Es una antigua tradición escandinava: me nominan para el premio y se lo dan a otro. Ya todo eso es una especie de rito”.
  • “De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación”.
  • “He tratado de conocer todo lo posible, pero desde luego, ya que el mundo es un hecho infinito, lo que un individuo puede conocer es una partícula. Yo pienso que a veces la literatura es como una biblioteca infinita, y de esa biblioteca cada individuo solo puede leer unas páginas. Quizás en esas páginas esté lo esencial”.
  • “He pensado alguna vez que quizás una persona que esté enamorada vea a la otra como Dios la ve, es decir, la ve del mejor modo posible. Uno está enamorado cuando se da cuenta de que la otra persona es única”.
  • “Para mí la democracia es un abuso de la estadística. Y además no creo que tenga ningún valor. ¿Usted cree que para resolver un problema matemático o estético hay que consultar a la mayoría de la gente?”.
  • “Todos caminamos hacia el anonimato, sólo que los mediocres llegan un poco antes”.
  • “Nada, nada amigo mío; lo que le he dicho, no estoy seguro de nada, no sé nada. Imagínese que ni siquiera sé la fecha de mi muerte…”.
  • “Espero ser juzgado por lo que he escrito y no por lo que he dicho o me han hecho decir. Yo soy sincero en este momento, pero quizás dentro de media hora ya esté en desacuerdo con lo que he dicho”.
  • “No creo que las ideas sean importantes. Un escritor debería ser juzgado por el placer que da. Y por las emociones que provoca”.
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