4 destinos de turismo rural y cómo tramitar el certificado para viajar

Un recorrido por distintos lugares rurales para despejar la mente, descansar y aprovechar la vuelta al turismo para viajar nuevamente.

Viajar vuelve a ser una posibilidad. Después de meses resguardados en los hogares, las ganas de viajar están más latentes que nunca y las personas ansían respirar aire libre, recorrer un sendero, contemplar un paisaje, encontrar un remanso para descansar.

Y ya sea para esta temporada de verano o para planificar el 2021, en el nuevo contexto el turismo en espacios rurales es uno de los grandes candidatos para elegir el destino de los próximos viajes, en especial para los que quieran evitar aglomeraciones.

A poca o distancia de las ciudades y centros urbanos, pero ya con la posibilidad de conectarse con la naturaleza, los espacios amplios y los contingentes de poca cantidad de personas que ofrece el campo se presentan como una buena opción.

Hay alternativas a lo largo de todo el país, cada una con sus particularidades pero todas, respetando los protocolos y cuidados. Disfrutar de una mañana campestre, probar una rica comida casera, encontrar las historias de pueblitos llenos de sol y tranquilidad, entregarte a las tareas de campo y reconectarse con lo natural son algunas de las atracciones para disfrutar de los siguientes destinos:

Campo adentro, el placer de desconectarse en Buenos Aires

Si algo tienen las experiencias rurales en la provincia es que son amplias y diversas. Y en el corazón de todo se encuentra la conexión con la naturaleza y reivindicar las costumbres y tradiciones. Alojarse en una pequeña posada o en una quinta, compartir con una familia rural, dormir en una estancia colonial, descubrir un lugar que combina ecoturismo y turismo rural en el Delta, participar en un taller de platería criolla o aprender a hacer un buen asado con ayuda de especialistas son algunas de las tantas experiencias rurales que se pueden disfrutar a unos pocos kilómetros de Buenos Aires.

Para una opción muy cerca de la ciudad es Cañuelas donde se pueden encontrar estancias, casas de campo y establecimientos confortables, paseos en sulky y a caballo, y una variadisima oferta gastronómica. Estando ahí, es imperdible una escapada a Uribelarrea, con edificaciones centenarias, pobladores que hacen sentir en casa, una bodega y gastronomía exquisita: infaltables sus picadas, fiambres y quesos de la zona, productos caseros y frescos.

Al sur de la provincia, la Comarca Serrana, conformada por Sierra de la Ventana, Villa Ventana, Saldungaray, Villa Serrana La Gruta, San Andrés de la Sierra y Tornquist, ofrece sabores, vida tranquila y de pueblo, aventura, conexión con lo natural, varias bodegas -se pueden consultar en la Web App de Enoturismo y hasta la experiencia de descubrir el astroturismo. Se trata de recorridos nocturnos para sorprenderse con el cielo, el pasaje entre el día y la noche en el campo, las luciérnagas que aparecen en el paisaje quebrado del lugar y hasta recorridos a caballo, ya que pocos kilómetros de la ciudad ya se puede vivenciar el esplendor de los astros.Para viajar a los destinos de la provincia de Buenos Aires, hay que gestionar el Certificado Verano en la web del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, <a href=»http://www.argentina.gob.ar/verano» target=_blank>www.argentina.gob.ar/verano</a>

Entre Ríos

La idea es cambiar de aire en poco tiempo, en lugares donde no existen los ruidos de la ciudad ni las alarmas y, en cambio, el canto de las aves marca el paso de las horas. Tareas rurales, comidas campestres, travesías a caballo o por el arroyo: las estancias y casonas entrerrianas son un paraíso natural donde descubrir costumbres y tradiciones.

Villa Elisa y Colón son solo algunas de las opciones que ofrecen desconectarse por completo. Sentarse a tomar algo en un almacén de campo, saborear un desayuno campero, sumarse a ayudar en las tareas rurales, alimentar a los animales, visitar un clásico almacén de ramos generales, cosechar los frutos de la tierra y cocinar pan casero en grandes cocinas familiares: en conclusión, encontrar el descanso.

Para los más activos, trekking, senderismo, avistaje de aves y exploraciones hacia la naturaleza. La hora de la siesta resulta ideal para dormir un rato o emprender una pequeña travesía en piragua por un arroyo y algunos se quedan allí hasta el atardecer, para ver el ocaso en medio de ese paisaje. La comida casera es el broche de oro, siempre. Es posible alojarse en estancias y casas de campo, chacras y hasta hospedarse en un vagón en medio del campo.

En toda la microrregión de Palmares, donde también está el Parque Nacional El Palmar, el turismo rural se complementa con los atractivos naturales y con la gastronomía y las bodegas de la zona.

Para viajar a Río Negro esta temporadas se debe sacar el Certificado Verano en argentina.gob.ar/verano, además de gestionar un permiso de turismo hasta 72 horas antes del viaje en la página del gobierno de Río Negro o en la app CirculacionRN, y 24 horas antes del viaje completar una Declaración Jurada de Salud, sobre el permiso otorgado.

Las mismas sierras, un viaje distinto

A muy pocos kilómetros de la ciudad de Córdoba capital, Colonia Caroya es una buena opción para los que están buscando tranquilidad, verde y buena gastronomía.

Es dueña de un paisaje encantador: alrededor de sus áreas rurales corren acequias que son las que proveen agua a toda la producción caroyense. Y sobre todo, es dueña de sabores exquisitos y destacada a nivel nacional por sus salames caseros, sus quesos y sus vinos de excelente calidad. Fincas, chacras y viñedos ofrecen visitas y actividades. Un imperdible en este enclave son las bodegas que forman parte del Camino del Vino en Córdoba.

El entorno natural que ofrece el área de Sierras Chicas es además ideal para realizar actividades al aire libre. El otro imperdible: visitar la Estancia Caroya, una de las estancias jesuíticas de Córdoba -como recomendación, chequear antes de viajar si está operativa-.

La temporada en Córdoba para los turistas nacionales inicia el 1 de enero. Para viajar, hay que gestionar el Certificado Verano.

Entre la cordillera y el mar, la magia de la Meseta de Somuncurá

Un paisaje menos conocido de Río Negro, pero igual de hermoso. Entre los destinos cordilleranos y la cálida costa rionegrina, se despliega la estepa, con muchas posibilidades de disfrutar un viaje distinto.

Las localidades y los parajes rurales que se levantan en los alrededores del enorme macizo de la Meseta de Somuncurá, como Valcheta -la más cercana a Las Grutas y Viedma-, Ramos Mexia, Sierra Colorada, Los Menucos, Maquinchao e Ingeniero Jacobacci -la más cercana a Bariloche-, ofrecen diversas propuestas turísticas que permiten, por un lado, conocer su cultura y forma de vida y, por otro, reconectar con la naturaleza.

Alojarse en estancias y casas de familia, participar de la vida cotidiana que comparten los anfitriones, de tareas como alimentar a los animales y, por supuesto, disfrutar un buen plato de gastronomía casera son algunas de las opciones. Se pueden realizar caminatas, paseos a caballo, safaris fotográficos, avistamiento de fauna.

Parten también excursiones al Área Natural Protegida Meseta de Somuncurá, con guías y baqueanos, para llegar a cuevas, ver pinturas rupestres y los yacimientos arqueológicos, y explorar el increíble paisaje.En algunas de estas localidades se podrá ver el próximo eclipse del 14 de diciembre con diferentes grados de profundidad

Para viajar a Río Negro esta temporada, hay que sacar un permiso de turismo hasta 72 horas antes del viaje en la página del gobierno de Río Negro o en la app CirculacionRN, y 24 horas antes del viaje completar una Declaración Jurada de Salud, sobre el permiso otorgado.

Fuente: infobae.com