15 años de una de las más grandes tragedias que vivió Comodoro

Un avión Fokker F-27 de la Fuerza Aérea que había despegado el miércoles 8 de noviembre de 1995 del aeropuerto General Mosconi con 52 personas a bordo, en su mayoría militares y sus familiares, cayó…

domingo 07/11/2010 - 17:13
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Un avión Fokker F-27 de la Fuerza Aérea que había despegado el miércoles 8 de noviembre de 1995 del aeropuerto General Mosconi con 52 personas a bordo, en su mayoría militares y sus familiares, cayó en plena zona de Altas Cumbres de la provincia de Córdoba. Iban a participar de un festejo por las bodas de plata de egreso de la Escuela de Aviación Militar.

Este lunes 8 se cumplen 15 años de uno de los accidentes más graves de la historia aérea argentina, como así también una de las desgracias más grandes que vivió la comunidad local. El luto afectó a barrios enteros ante la muerte de más de una gran cantidad de vecinos, de los cuales el mayor tenía 45 años y el menor era un bebé, pero también había una decena de niños con menos de 10 años.

Viaje fatídico

Bajo la conducción del capitán Luis Walter Ibarra (33), 38 tripulantes de esta ciudad y 14 de Río Gallegos (entre ellos una mujer embarazada) partieron a las 15:30 en un Fokker F-27 y tuvieron una pequeña escala técnica en la base de Villa Reynolds (San Luis). El plan de viaje culminaba a última hora de ese día en la ciudad de Córdoba pero el destino o la fatalidad impidió que así sea.

Según rescataron las crónicas de esa fecha, el viaje lo habían organizado con la suficiente antelación porque tenían un motivo especial para fortalecer el tradicional vínculo de unidad que existe entre camaradas de armas y sus respectivas familias a pesar que no todos prestaban servicios en el mismo sitio: 15 familias eran de la IX Brigada Aérea de esta ciudad y 3, de la X Brigada, con asiento en Río Gallegos.

La idea era festejar el 10 de noviembre los 25 años de egreso de la Escuela de Aviación Militar de la Fuerza Aérea pero, tal como determinaron tiempo después las pericias, el mal tiempo les jugó una mala pasada. Una tormenta de viento y lluvia provocó el impacto del avión en el Cerro De Agustín.

Según el dictamen de la justicia, el piloto «conocía las existencia de un frente de tormenta en las Altas Cumbres» cordobesas pero «era de características moderadas».

«En pleno vuelo sobre el valle de Traslasierra las condiciones se tornaron severas hubo un corrimiento del fenómeno y cuando el piloto pretendió hacer un viraje para retornar al aeropuerto de origen, una nube de las denominadas conectivas, prácticamente succionó el avión, haciéndolo estrellar contra la montaña», explicó el fiscal de la causa, unos seis meses después de la tragedia.

Las tareas de rescate se extendieron durante tres días, ya que se vieron dificultadas por la geografía del lugar y por las condiciones meteorológicas adversas.

Finalmente sólo 12 de los 52 cadáveres pudieron ser identificados, los cuales fueron inhumados en esta ciudad una semana después del terrible accidente que enlutó no solo a la Fuerza Aérea, sino a la comunidad toda porque además de militares, había docentes, amas de casa, estudiantes universitarios, secundarios y de primaria.

(Crónica)

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