En diálogo con FM La Petrolera, Gamarra explicó que se encuentra instalado desde hace cuatro meses en un sector lateral del edificio Valby, lugar que —según relató— les fue cedido por trabajadores del establecimiento luego de que se les pidiera retirarse de la vereda frontal por supuestas molestias al transporte público. “Lo único que pido es un lugar para poder trabajar. No molesto a nadie, solo vendo unos pocos alfajores. Pago mi alquiler con esto. Si me sacan, ¿cómo sigo adelante?”, planteó.
El vendedor afirmó que la Municipalidad le exige requisitos que considera imposibles de cumplir para su situación económica, entre ellos monotributo y documentación equivalente a la de un comercio formal. También señaló que la propuesta que recibieron es trasladarse a un barrio fuera del centro, algo que rechaza por desconocimiento del territorio y por temor a ser víctima de robos. “Yo no conozco nada fuera del centro y no quiero ir a un lugar donde me perjudiquen. Lo único que pido es poder trabajar tranquilo”, insistió.
Por su parte, Milka Alarcón, jubilada, compartió la misma preocupación y pidió públicamente la intervención del intendente. “Somos personas grandes. No podemos hacer trabajos pesados. Vivimos de esto. No molestamos a nadie. Venimos de Chaco, de una situación muy dura. Acá recién estamos pudiendo salir adelante”, expresó. Además, agradeció el apoyo de vecinos y comerciantes de Comodoro, quienes —según afirmó— siempre los han acompañado.
Ambos solicitaron que se revise su caso y se les permita continuar trabajando en un lugar seguro y accesible, dado que sus ingresos dependen exclusivamente de la venta ambulante. “Solo queremos una oportunidad”, finalizaron.
