“La problemática de todos los días es que la línea nueve nos deja antes de la rotonda. Es una picardía, porque hay mucha gente que trabaja en empresas cercanas a Arenales o empleadas domésticas que encontrás caminando. Y después de la rotonda no hay iluminación, tenés que pasar con cuidado porque es un peligro”, explicó la lectora a El Comodorense.

Según comentó, ya se habrían presentado notas formales por el reclamo. Sin embargo, desde la empresa Patagonia Argentina habrían respondido que “es poca gente” la que utiliza ese tramo y que, por lo tanto, no se justifica extender el recorrido.
“No es así —sostuvo la vecina—. Yo paso todos los días a esta hora y, como mínimo, hay 15 personas caminando. Ni hablar de los que pasan antes de las siete”.
La falta de iluminación, sumada a la distancia que los pasajeros deben recorrer a pie, genera preocupación entre vecinos y trabajadores que utilizan esta línea para llegar a sus empleos.
