María Angélica Lara es titiritera, artesana y artista popular de Cipolletti Río Negro. Desde hace cuatro décadas crea títeres con sus propias manos, personajes de peluche que cobran vida para llevar alegría a niños, abuelos y familias enteras. La historia comenzó con un conejito, siguió con una oveja y su perrita Manchita —que, tras partir, se convirtió también en títere— y hoy abarca un universo entero de figuras entrañables, muchas de ellas nacidas de momentos muy personales y afectivos.

Junto a su esposo, Regino “Gino” Romero, hace más de 25 años emprendieron una travesía artística por toda la Patagonia, a bordo de un rastrojero transformado en un vehículo de película. Así llegaron a escuelas rurales, jardines de infantes, hogares de ancianos, ferias, cárceles y hasta cruzaron a Chile, donde llegaron a actuar en la calle con autorización del propio cónsul.
Su espectáculo no solo emociona, también se sostiene con la venta de los mismos títeres que presentan. Cada pieza es única, hecha a mano, con dedicación, amor y mucha historia detrás. En sus palabras, “vendiendo un títere cargamos combustible para seguir viajando y compartiendo esta historia maravillosa”.

Además de los títeres, en los últimos años sumaron marionetas, como Panchita, Pinochito y el Gaucho Augusto, creadas por Gino, quien dejó su oficio de chapista para volcarse al arte gracias al impacto de este proyecto.

María Angélica también integró durante más de 30 años la feria de artesanos La Pergolita, en Neuquén, donde sus creaciones se hicieron conocidas entre viajeros de todo el país y del mundo. Hoy continúan su viaje, participando de expoventas y ferias populares: en julio estarán en Pico Truncado los días 8, 9 y 10, y en Comodoro Rivadavia el 10, 11 y 12, llevando su arte y sus títeres, como siempre, con humildad, talento y mucho corazón.
