En el quinto minuto de descuento y en el enésimo tiro libre cobrado parcialmente por el neuquino Gustavo Corsini, Pablo Vergara marcó para Guillermo Brown en el estadio Raúl Conti de Puerto Madryn. Mauro Leguiza ya le había tapado un inexistente penal a los 56′ al Sebastián Godoy.
El partido fue chato y parejo pero el juez inclinó la cancha definitivamente en el complemento y cada pelota dividida era sancionada en favor del local hubiere o no infracción de alguno de los jugadores de cualquiera de los dos equipos.
No hubo muchas chances más allá del penal, dos envíos lejanos del dueño de casa en el travesaño -uno de tiro libre- y sólo una oportunidad para el visitante que Martín Prost falló, casi un penal en movimiento en los 32′ del complemento. El resto fueron muchos centros, pelotas detenidas forzadas más por el juez que por el propio cuadro local.
Hasta que el mismo Corsini alargó más de la cuenta un partido para dos o tres minutos de descuento: llegando a los cinco de adicional, marcó un tiro libre desde un costado que ejecutó Vergara con pierna cambiada y se convirtió en la única conquista del encuentro.
Si hasta los jugadores del local festejaron tímidamente, es porque sabían perfectamente que habían recibido una mano enorme desde la supuesta justicia deportiva. Un leve saludo para la platea y rapidito a vestuarios, fue la retirada de los futbolistas de Guillermo Brown de Puerto Madryn.
El localismo en esta clase de torneos por parte de los jueces, lamentablemente sigue siendo moneda corriente y se ha visto también en Comodoro, huelga decirlo, por los ‘temores’ de algunos árbitros que quieren subirse al transporte de regreso sin represalias, y en más de una oportunidad, hasta lucen deshonestos en sus funciones.
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Foto: Diario Jornada
