El destello, de un tono anaranjado, se vio durante varios segundos hacia el sudeste del Gran Mendoza. Testigos lo describieron como un fogonazo breve pero intenso, que pareció cruzar a baja altura.
Las imágenes comenzaron a circular rápidamente en redes sociales, donde muchos mendocinos compartieron su sorpresa.
El meteorito se desintegró por completo antes de tocar la tierra, motivo por el cual no se registraron impactos ni restos en la superficie. Aunque su paso fue fugaz —apenas tres segundos—, la intensidad del resplandor permitió que pudiera verse desde distintas zonas rurales y urbanas de departamentos como Guaymallén, Maipú, Rivadavia y San Martín.
