Un joven mató a su madre y su padre intentó inculparse en el juicio para salvarlo de la cárcel

Pablo Schoenfisch asesinó a su mamá y baleó a su papá mientras dormían. Fue condenado a prisión perpetua, pese a que el hombre trató de asumir la culpa.

lunes 29/12/2025 - 10:03
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“Pablo es inocente, yo hice todo”, dijo Arnoldo Schoenfisch ante el Tribunal de Eldorado que juzgaba a su hijo por un violento crimen ocurrido el 14 de mayo de 2020 en Santiago de Liniers, Misiones.

Aquella noche, Pablo Schoenfisch le disparó a su mamá y a su papá mientras dormían. La mujer murió en el acto, pero Arnoldo sobrevivió y en el debate oral y público buscó evitarle la pena máxima a su hijo con una versión inverosímil.

El fallo del Tribunal Penal fue dividido: dos jueces votaron por la culpabilidad de Pablo, mientras que el tercero pidió profundizar el testimonio del padre.

Sin embargo, el desesperado intento del hombre por asumir la responsabilidad del ataque no pudo frenar la sentencia. Pablo Schoenfisch, de 23 años, fue condenado a prisión perpetua.

El ataque y las versiones cruzadas

La madrugada del crimen, Faustina Antúnez y su esposo Arnoldo, exintendente del pueblo, descansaban en su casa cuando recibieron los disparos.

Solo ella murióEl hombre quedó ciego como consecuencia de la agresión, pero sobrevivió.

En el juicio, Pablo se declaró inocente. Sostuvo que esa noche estuvo en la casa de su abuela y su tía, a quienes cuidaba, y que recién se enteró del ataque a la mañana siguiente, cuando un primo fue a avisarle.

No obstante, la investigación lo ubicó en el centro de la escena. El fiscal Federico Rodríguez remarcó que Pablo solía portar el revólver calibre 38 usado en el hecho y que, horas antes, le preguntó a un familiar con experiencia en Gendarmería cómo evitar rastros de pólvora en las manos tras disparar un arma.

Además, una empleada doméstica encontró en la habitación de Pablo un par de guantes con restos de pólvora, mientras buscaba una cortina.

La mujer también contó que la relación entre el joven y sus padres era muy conflictiva: Pablo no quería estudiar ni trabajar, y sus padres le habían quitado el uso de vehículos y el pago del celular.

El dramático testimonio del padre

En su declaración ante del tribunal, Arnoldo intentó exculpar a su hijo. “Estábamos acostados con mi esposa y discutimos un poco. Estaba un poco desorientado. Agarré el arma, la asesiné y después me quise suicidar. Me quedé sorprendido por todo y llamé a mi hermano desde la ventana porque no sabía qué hacer”, relató.

“Pablo es inocente, yo hice todo y tengo que ser el imputado”, insistió el hombre. Pero esa versión chocó con lo que él mismo había dicho la mañana del crimen, cuando pidió ayuda a sus familiares: “Pablito se mandó una cagada”, fue su frase, según los testigos.

Las pruebas y la condena

El fiscal Rodríguez sostuvo que las pericias demostraron que las víctimas fueron baleadas mientras tenían la cabeza apoyada en la almohada, y que Pablo actuó “con alevosía”, sin darles posibilidad de defensa. Para la fiscalía, el joven actuó con premeditación.

La defensa, en cambio, insistió en que no había pruebas directas de que Pablo estuviera en la habitación de sus padres esa noche, y que no se halló ADN suyo en las ropas de las víctimas. Pidió la absolución por el beneficio de la duda, pero no logró convencer al tribunal.

Finalmente, el Tribunal Penal de Eldorado condenó a Pablo Schoenfisch a prisión perpetua por el crimen de su madre y el intento de homicidio de su padre.

El fiscal también pidió que Arnoldo sea investigado por falso testimonio.

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