Un fallo benefició a un asesino: “Degolló a mi hija y se fue a comer un asado”

Camila Carletti tenía 22 años cuando Juan Villar la mató. La Justicia de Córdoba le acaba de bajar la pena. “Él tenía 20 años de condena, no hace ni seis que está preso y ya…

domingo 30/10/2022 - 9:39
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Camila Carletti tenía 22 años cuando Juan Villar la mató. La Justicia de Córdoba le acaba de bajar la pena. “Él tenía 20 años de condena, no hace ni seis que está preso y ya está a punto de salir”.

La Justicia de Córdoba accedió días atrás a bajar la pena de Juan Villar, el condenado por el crimen de Camila Carletti ocurrido en septiembre de 2016 en la localidad de Adelia María. “Mi hija pasó de ser la víctima a ser la culpable de todo”, dijo con bronca en diálogo con TN Graciela, su mamá, y agregó: “Como no nos dan el femicidio, quieren bajarle la pena y dejarlo libre a fin de mes”.

Poco más de dos horas de deliberación fueron las que le llevó a los jueces rechazar el planteo de distintos colectivos feministas, los familiares, la querella y el fiscal de Cámara, que buscaban que el asesinato de Camila fuera considerado un femicidio y, en consecuencia, pedían prisión perpetua para el peón rural que la degolló después de mantener una relación sexual con ella a cambio de dinero.

La vida y la supuesta personalidad de la víctima, que ya no tenía manera de defenderse, actuaron como atenuantes de las culpas del asesino, que consiguió así esquivar la pena máxima. “Es algo insólito. Él tenía 20 años de condena, no hace ni seis que está preso y ya está a punto de salir”, se lamentó Graciela Carletti, que apelará la decisión judicial.

Atada, degollada y semisumergida en un arroyo: así encontraron a Camila Carletti

Camila desapareció el 2 de septiembre de 2016, día del cumpleaños de Villar. “Ella salió a vender empanadas, me dijo ‘mami, ya vengo” y no volvió más”, contó Graciela a este medio. Al día siguiente, un sábado a la mañana, intentó presentar la denuncia, pero no se la tomaron porque la joven no llevaba ausente todavía la cantidad de horas necesarias para considerar su caso una desaparición.

La víctima, en el banquillo de los acusados
Camila era una joven de 22 años que ejercía la prostitución y buscaba salir de su adicción a las drogas. En la etapa de alegatos, la abogada de Villar se basó en el relato de un testigo para afirmar que “Camila tenía una obsesión por la plata” y la describió como una persona “empoderada y manipuladora”.

En contraposición con esto, la letrada definió a Villar como un hombre “sumiso y vulnerable” que se sintió “amenazado” por la víctima tras discutir sobre la cantidad dinero que debía pagarle, una suma cercana a los 4 mil pesos. O sea, estaban solos los dos en el medio del campo, ella lo amenazó verbalmente con contarle todo a su esposa, pero el que tenía un cuchillo en la cintura era él. Y, sin embargo, fue el peón quien se asustó y tuvo una reacción “impulsiva”, que para Camila fue fatal.

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