El intendente Martín Buzzi no pudo capitalizar un efecto positivo en los comodorenses con los festejos del aniversario de la ciudad, como el que tuvo Cristina Kirchner con la celebración del Bicentenario.
Una fuente calificada confió a El Comodorense después de una reunión reservada de gabinete que el intendente Buzzi estaba furioso cuando decidió suspender por el temporal el recital de León Gieco y el «maping», ambas actividades previstas para ayer por la noche.
La idea madre que bajó desde el principal despacho municipal era levantar el ánimo colectivo de cara al proceso electoral que se avecina el próximo 20 de marzo y que el candidato a gobernador del Peronismo Federal no se derrumbe más en el sentimiento popular.
El primer impacto negativo de los festejos fue el recital de Kapanga que termino “desnudando” los excesos y la violencia con la que viven los jóvenes de Comodoro.
Las fiestas callejeras son apenas una de las maneras con las queel oficialismo intentara que los votantes lleguen con una sonrisa a las urnas después de tanta postergación, falta de gestión, concreción de obras y hacer olvidar un 2010 donde la inseguridad se cobró la vida de 36 victimas fatales.
Buzzi ya comienza a ser parte de la peor historia de los comodorenses y después que finalice esta semana volverán a la superficie los problemas del pueblo trabajador: la inseguridad, inflación, pobreza… y por más que disfracen la realidad con nuevas dosis de doble discurso, la necesidad de un cambio de rumbo esta latente en los barrios, escuelas, sindicatos y oficinas.
