Tras el anuncio de las nuevas medidas, los mercados esperan que Cristina dé el visto bueno del plan de Batakis

En medio de la crisis inflacionaria y la disparada del dólar, la nueva ministra de Economía corrió a un costado los históricos dogmas kirchneristas y explicó que su meta apunta a un equilibrio fiscal. Al…

martes 12/07/2022 - 9:03
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En medio de la crisis inflacionaria y la disparada del dólar, la nueva ministra de Economía corrió a un costado los históricos dogmas kirchneristas y explicó que su meta apunta a un equilibrio fiscal. Al respecto, no se conocieron las precisiones de cómo lo logrará, sabiendo que el rojo primario de este año apunta a superar el 3% del PBI, similar o incluso levemente superior al del año pasado.

Transitar dicho camino dependerá de un gran control del gasto público y, por supuesto, el apoyo político por parte de la vicepresidenta que hasta ahora se desconoce si lo obtendrá.

Batakis se mantuvo así en línea con las primeras expresiones que había brindado ni bien fue designada al frente del palacio de Hacienda. Ayer volvió a manifestarse con el compromiso de dar un equilibrio fiscal y justificó la caída de estos últimos años por lo sucedido con la pandemia.

En este sentido, se ratificó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que el anterior ministro, Martín Guzmán, había avanzado. Ese mismo apunta a una reducción del gasto público del 2,5% del PBI para fines de 2022, algo que necesitará mucho esfuerzo para la segunda mitad de este año, publica Infobae.

La flamante ministra dio en la tecla al centrar su mensaje en volver a poner en orden las cuentas públicas. A pesar del no financiamiento internacional y cada vez más complicado para conseguirlo en el mercado interno, el déficit fiscal se traduce automáticamente en más emisión monetaria, que presiona sobre la inflación y el dólar.

Las reacciones políticas de los dichos de Batakis todavía están por verse dado que, uno de los principales interrogantes pasa por conocer la reacción de Cristina Kirchner y La Cámpora. De por sí, para los mercados resulta esencial que haya un pronunciamiento explícito acerca de las medidas anunciadas ayer antes de la apertura de los mercados. Por lo pronto, ya hubo algunas reacciones de gremios como ATE (Asociación de Trabajadores de Estado) Capital, ante el anuncio del congelamiento de vacantes para el sector público.

Más allá de las buenas intenciones, no quedaron despejadas las dudas sobre cómo conseguirá su objetivo de ir hacia el equilibrio fiscal. El congelamiento en las contrataciones del Estado puede llegar a frenar el aumento del gasto, no lo reduce. También hizo hincapié en la segmentación de tarifas, que se aplicaría en los mismos términos que los anunciados en su momento por Martín Guzmán. Sin embargo, para la mayoría de las familias el aumento de las tarifas será la mitad de la inflación esperada para el año (45% en promedio contra más de 80% que se espera para este año para el índice de precios).

Además, se comprometió a gastar sólo lo que ingrese en la caja. Pero tampoco hay certezas de cómo se implementará. El peligro, advierten los economistas que ya han vivido intentos parecidos en las últimas décadas, es que se produzca un gran aumento de la “deuda flotante” del Estado. Se trata de una vieja práctica de seguir gastando, pero patear los pagos para adelante. Un verdadero “pagadios” que luego le explota en las manos a la futura administración.

Faltaron, por otra parte, anuncios relacionados con un achicamiento en el tamaño del Estado. En su momento el ex presidente Mauricio Macri redujo a la mitad los ministerios para lograr el objetivo de equilibrio presupuestario, tras el acuerdo con el FMI. Tampoco se mencionó qué sucederá con los millonarios rojos que presentan empresas públicas como Aerolíneas Argentinas, que son sostenidas por transferencias del Tesoro.

Batakis anunció además un revalúo inmobiliario en todo el país, cuya organización recaerá en el ministerio de Economía. Se trataría de un nuevo impuestazo que apunta a mejorar la recaudación de Bienes Personales, que hoy tiene un peso inferior a 1% del PBI. Los representantes del sector agropecuario fueron los primeros en advertir sobre esta posibilidad y ratificaron el paro previsto para mañana.

El enfoque sobre el problema fiscal provocó un primer impacto positivo, aún cuando se trató de un efecto leve. Los distintos dólares financieros cayeron un 2% en promedio y el Banco Central consiguió comprar USD 80 millones. Lo más interesante pasó por los bonos en pesos, que ya sin intervención del Central para sostener los precios, subieron 3% en promedio y así favorece la renovación de deuda para las próximas licitaciones.

No hubo anuncios en relación al mercado cambiario. Batakis volvió a subestimar los efectos de la brecha cambiaria y reiteró que está descartada una devaluación del tipo de cambio oficial. “Tendría un fuerte impacto en los precios”, justificó. No hubo tampoco medidas concretas con el “dólar tarjeta”, a pesar que implica un subsidio del 20% a favor de los que viajan al exterior.

Más allá de la tregua de los mercados financieros, la incapacidad del Central para acumular reservas sigue siendo un problema mayúsculo para la economía argentina que sigue sin ser encarado. Sólo una recuperación de la confianza de los inversores, algo que por ahora sigue muy lejano, ayudaría a recomponer el stock de dólares. Mientras no ocurra, la posibilidad de un recalentamiento de la crisis seguirá latente.

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