En tiempos donde la calle es un desafío diario para los perros sin dueño, pequeños gestos de comodidad se convierten en oasis de tranquilidad.
Así lo demuestra un perrito callejero que no dudó en aprovechar un colchón abandonado en la vía pública para descansar plácidamente.
La escena fue captada por un conductor que pasaba justo en ese momento.
