‘’Tedi’’: La historia del acusado que intentó matar a Cristina Kirchner

Fernando Sabag Montiel frecuentó la escena del death metal. Quienes lo conocieron en su barrio, Villa del Parque, lo definen como errático, inconstante y camaleónico, proclive a decir “cosas insensatas”. La costumbre de esperar a…

viernes 02/09/2022 - 8:23
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Fernando Sabag Montiel frecuentó la escena del death metal. Quienes lo conocieron en su barrio, Villa del Parque, lo definen como errático, inconstante y camaleónico, proclive a decir “cosas insensatas”. La costumbre de esperar a músicos famosos en hoteles

Quienes frecuentaron a Fernando Sabag Montiel años atrás saltaron de sus sillas ayer jueves por la noche. No todos los días un viejo conocido intenta matar de un tiro en la cara a la vicepresidenta de la Nación. Lo conocían por su viejo apodo, “Tedi”, un chico de Villa del Parque que vivía con su padre, Fernando, en su casa de la calle Terrada. Y en medio del caos, rememoraron.

Diez años atrás, “Tedi” Sabag Montiel frecuentaba el circuito de bandas death metal, una variante extrema del heavy, más oscura, revulsiva, acelerada, con seguidores particularmente pacíficos y agradables, según publica Infobae.

‘’Tedi’’ nació en Sao Paulo, pero no tiene acento brasileño. Seguía a ciertas bandas locales, fanático también del grupo austríaco Ektomorf. Entre sus conocidos, su presencia era incómoda, ‘’Me daba escalofríos’’, comentó alguien que lo conoció y lo veía con asiduidad.

Los mensajes insensatos en redes sociales eran algo frecuente, casi como sus cambios de imagen y estilo, entre camisas y anillos, o tatuajes con símbolos tomados de la estética del nazismo esotérico, algo que sorprendió a sus viejos conocidos, porque nadie lo tenía por nazi.

“Era un freak, pero mal”, recuerda otro habitué. Su salud mental era un punto en la conversación sobre él. Si tenía un diagnóstico psiquiátrico, nadie podía precisarlo. “Tedi” presentaba un solo frente, o diferentes variaciones de su frente, una historia contada a través de selfies, en un entorno que aumentaba su distancia cada vez más.

Su madre, Viviana, que se dedicaba a vender ropa y vivía con él en la calle Terrada, falleció en 2017, a causa de problemas respiratorios. “Tedi” se presentó como su único heredero en el Juzgado Civil N°48. Iba por su patrimonio, un viejo Peugeot.

Tenía varias costumbres, dicen quienes lo conocieron. Solía proponer negocios que eran “un delirio”, o esperar a músicos famosos a la salida de hoteles. En marzo de este año, posteó un video donde intentaba una selfie con Taylor Hawkins, baterista de Foo Fighters, una semana antes de su muerte. “Vídeo con Taylor Hawkings de Foo Fighters una semana antes de morir, me siento la parca muy fuerte conocer a alguien antes de su muerte”, posteó en Instagram.

‘’Tedi’’, tuvo sus cinco minutos de polémica en Crónica TV, a fines de agosto. Acompañaba a una joven que decía ser su novia, mientras vendía algodones de azúcar. La joven decía que ya no cobrara planes sociales, que no estaba a favor, porque era ‘’fomentar la vagancia’’.

En Facebook, en su muro, relató sus enfrentamientos con “las mafias de coperos peruanos”, vendedores de algodón de azúcar sumamente territoriales. Habló de sus peleas a golpe de puño con ellos.

“La plata no se hace mágicamente, sino laburando”, dijo. “No avalamos la discriminación y justificamos a los extranjeros que trabajan se levantan temprano para atender una verdulería y por eso tiene 4×4 y camionetas porque trabajan y se lo merecen pero no estamos de acuerdo con gente que viene de afuera a ocupar una villa y vivir gratis y a vivir de planes sin trabajar y venden droga, habría que extraditarlos”, completó luego.

El 17 de marzo del 2021, según confirmaron fuentes policiales, un policía porteño de la Comisaría 15A relató cómo interceptó un Chevrolet Prisma negro en su recorrido. Sin patente trasera y con los vidrios delanteros bajos.

El conductor se presentó como Sabag Montiel, que dijo ser empleado de una empresa telefónica. Explicó no tenía patente debido a un choque ocurrido días atrás. Decidió abrir el auto, y allí se cayó del vehículo un cuchillo de 35 centímetros de largo.

Así, se le labró un acta contravencional con intervención de la Fiscalía N°8 del fuero y se le secuestró el arma, un hombre con un cuchillo largo en su auto.

La causa fue archivada poco después. La fiscalía afirmó que el caso “no revestía entidad”. Pero andar con un cuchillo largo e intentar un magnicidio son dos cosas distintas.

El destino inmediato de Sabag Montiel queda por definirse, con estudios de abogados que tocan el timbre en su domicilio de Villa del Parque en busca de representarlo y una causa a cargo de la jueza federal María Eugenia Capuchetti.

Fuentes en los organismos de seguridad deslizan que la PFA lo trasladará a una celda en su dependencia de la calle Madariaga en Villa Lugano.

El arma que llevó a Juncal y Uruguay, con la que le gatilló a Cristina Fernández de Kirchner en la cara, una pistola Bersa calibre .380 con el número parcialmente limado, es otro punto en la historia.

Tenía cinco balas reales, en un cargador con capacidad para 15 y otra en la recámara. Qué ocurrió, por qué no salieron los tiros, es algo que deberá esclarecer una pericia balística: una sospecha de expertos indica que el acusado no acciono la corredera antes de gatillar.

Por otro lado, una primera versión que proviene de altas fuentes en organismos de seguridad, afirma que la pistola era apta para el disparo.

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