Fiscales de la Patria vs. Marionetas, Bufones y Operadores del Poder Inglés.
Con motivo de la noche de gala de los premios Martin Fierro 2012 otorgados por APTRA, auto premios que se otorgaron los multimedios Clarín y América, que podríamos de-Nominar Clarín de Oro 2012 quienes son propietarios de la producción de contenidos de mayor rating de teleaudiencias en radio, tv y dueños de la red de distribución de televisión por cable más importante del país y de la agencia de medición de rating Ibope, accedieron una vez más a coronarse y autoproclamarse en la fiesta que los constituye, como el altar mediático de los premios y castigos en la noche estelar de la “radio y televisión argentina”.
Fue este el momento oportuno para que algunos periodistas estrella, personajes famosos de los medios quienes se declaran independientes, y otros a quienes reconocemos como claros operados al mejor postor, quienes se encargaran de los manifiestos políticos de los intereses a quienes representan. Fue la intervención del periodista Reinaldo Sietecase, cesanteado de América TV por uno de los dueños del Grupo América, exponente de la derecha peronista, actor clave de la intermediación informática y de prensa, eslabón también de la cadena de intermediación supermercadista, Francisco De Narváez, quien ejecutara su despido luego que el periodista le preguntara por su patrimonio económico en uno de sus programas de tv. Este mismo trabajador de prensa, luego que varios periodistas de la oposición se quejaran del poder político y sus formas de relacionarse con la prensa, detonó una discusión respecto del rol del periodismo y los medios de comunicación en la Argentina: les pidió, usando una frase de Tomás Eloy Martínez que abandonaran el rol de Fiscales de la Patria cargando tintas contra el poder político y si lo hagan contra el poder económico. Si bien el planteo de Sietecase tiene sólidos argumentos y fue inteligentemente accionado en la vidriera de la farándula mediática argentina, donde algunos periodistas como Lanata o Pettinato derivaron en cómicos, bufones, marionetas conductoras o estrellas divas del poder, se pueden realizar algunas críticas constructivas.
En todo caso, este pedido de abandonar el rol de Fiscales de la Patria podría haberse formulado a un programa como 678 (hito en la historia mediática nacional), que verdaderamente defienden, más allá de los oficialismos, los intereses del país. Injustamente este programa perdió la estatuilla ante un simplón y sensacionalista programa de denuncia de corrupción, cámaras ocultas y de seguridad que se emite por América TV.
Quizás Sietecase debió pedirle a esa tribuna de premiados, profetas del pesimismo, que abandonen sus obtusas intenciones y el lugar de Mariscales de la derrota ante a un Gobierno elegido con el 54 % de los votos. Que abandonen también el interés por el rating de TV y twitter con la intención de eficacia de propagación de sus nombres y su cartel, como típicas vedettes de programas de chimentos, emitiendo sus mensajes en función de la lógica y contenidos de los medios a los que pertenecen.
Sietecase si es certero al hablar del rol equivocado que ejercen los periodistas, cortesanos de una justicia pública que no es pertinente a la profesión que les compete, ajusticiando desde intereses económicos y políticos, incluso de otras naciones y otros estados.
El poder real, el poder económico, el poder de fuego, el poder de la fuerza, el poder Global que no tiene territorio ni nación ni estado, que está garantizado por reservas federales de oro, mucho del cual proviene del saqueo de Latinoamérica, llevado por la colonia e intercambiado con Inglaterra por bienes durante la revolución Industrial, lingotes que hoy descansan en la reserva federal del poder Angloamericano que es respaldo del dólar. Poder neoliberal que inteligentemente a partir de las democracias modernas para control social y de masas, intenta y consigue trasladar el escenario de la justicia a un juzgado paralelo al poder de los estados, edificando una justicia mediática virtual que podemos apreciar en cadenas como CNN y FOX. Apropiándose de la intermediación entre los pueblos y sus representantes, tomando aquel 4to poder que mediara y canalizara la comunicación entre los poderes políticos del ejecutivo, el legislativo, el poder judicial y los ciudadanos .Des jerarquizando el 4to poder al fagocitarlo y así flotarlo por sobre los poderes de los estados, situación y desafío que nuestra ley de medios plantea revertir en verticalidad. Por lo que podríamos razonar que cuestionar el poder económico hoy sería lógico desde el estado o supeditarnos vilmente al mercado y sus lógicas de operaciones mediaticomerciales que hoy vemos en estos multimedios monopólicos mundiales.
Fue a partir de las democracias modernas y de la lógica de propaganda que estableció el fascismo después de la segunda guerra mundial que el poder real avanzo sobre la información, el periodismo y la cultura. Nietszche, uno de los filósofos más importantes de la modernidad define a los seres humanos como animales que enjuician, entendiendo desde la filosofía esta naturaleza vital que el poder hoy manipula a su antojo.
El poder real económico, que hoy aún controla la guerra caliente de las masacres humanas, la guerra fría de las desestabilizaciones económicas a naciones por medio de herramientas como shocks inflacionarios, ejerciendo sus medidas de control sobre la cadena de intermediación económica en lobby con los medios de comunicación y prensa, manipulan y persiguen objetivos como fijar precios, aumentar precios, inflacionar, producir corridas cambiarias del dólar y devaluaciones, producir lock outs patronales, influenciar y cooptar el sistema de representación política y judicial. Edificando poder en la guerra inteligente de la cultura y la información, hoy adecuan su lógica de acciones a un mundo que se revela con más énfasis contra los atropellos de los derechos humanos y el exterminio mediante la imposición económica de la hambruna y la miseria, coaccionadas como biopolíticas negativas de control demográfico y social.
Dicho poder establece autoridad porque fundamentalmente juzgan, afirman y declaran, ajusticiando socialmente a políticos, artistas, deportistas, entre otros. Desde un supuesto pedestal de autoridad operan y mienten, realizan críticas destructivas y destituyentes. Emiten juicios éticos y morales, sexgates, escraches personales, condenas sociales que elaboran en sus usinas de producción y en sus espacios declarativos que constituyen a repetición por su hegemonía mediática de cantidad de señales y medios. La producción incesante de juicios y declaraciones falaces, así como afirmaciones infundadas emitidas por la televisión basura, los programas de chimentos, prime times y shows de entretenimiento, son fuente de crispación y conflicto; fundados en inteligentes y finas políticas al servicio de la desestabilización del humor social.
El poder mediático establece los premios como cielo con el objetivo de jerarquizar. Emiten juicios culturales y critican en la dialéctica de sus afirmaciones: bueno-malo, corrupto-eficiente, culto-ignorante, marxista- capitalista, sucio-limpio, negro- blanco, claro-oscuro o sucio trapo rojo. Calificaciones configuradas en base a sus creencias e identidades para demonizar filósofos, economistas, partidos políticos, grupos y etnias.
Frente a estas operaciones políticas en los años 40, en Latinoamérica surgió una de las primeras acciones de marketing político. El Gral. Perón, para contrarrestar operaciones de inteligencia militar, nominó como Justicialismo al movimiento nacional y popular argentino de dogma socialista con la variante de la tercera posición. De esa forma evitaría la persecución ideológica del poder estadounidense que intentaba emparentar al peronismo con en nacional socialismo europeo. Son los mismos mecanismos con que el Plan Cóndor en los años 70 persiguió en Latinoamérica a socialistas, comunistas y marxistas, y que trajo la desaparición de cientos de militantes durante las dictaduras.
La eficacia, la eficiencia y el éxito entre sus máximas liberales, así como la vagancia, y la corrupción como demonios genéricos en los cuales encabalgan sus operaciones de prensa, son los mismos agentes demonizantes que esgrimió el neoliberalismo durante las privatizaciones de los recursos, las empresas y los estados nacionales en el continente (paradigma de ypf ), persecuciones que siguen implementando hoy en día a dirigentes sociales, barriales y persecuciones étnicas y filosóficas como las realizadas al funcionario de gobierno y economista Axel Kiciloff por ser judío y marxista. Operaciones de prensa que apuntan contra un supuesto relato pero que de fondo van contra las posibilidades reales de un proyecto político y sus representantes.
Si entendemos que los juicios son conducentes y las afirmaciones son estructurantes, la intencionalidad afirma con intereses de operación política, afirmando para estructurar, para congelar, para fijar agenda y operar sobre el humor social y así desestabilizar anulando acciones de Gobierno.
Si las acciones de un grupo han sido el tutelaje mediático del proceso cívico militar, y la responsabilidad actual de la maquinaria de formar juicios con el objeto de manipular el presente y el futuro es una acción no inocente, bajo la presunción de ese ser, es lícito denominar a ese grupo como desestabilizador o destituyente.
Por ejemplo: Clarín difamó y sacó decenas de tapas afirmando, desde el medio gráfico de mayor tirada argentina, que Skanska pagaba sobreprecios y acusó a todo un Gobierno de corrupto. Sin embargo, después de que 25 peritos de parte permitieran que la Corte Suprema de la Nación dictamine el sobreseimiento de los funcionarios involucrados, no hubo ni una tapa, ni un artículo en los mismos medios informando al respecto. Así queda demostrados que estos medios gozan de una total impunidad para escrachar y para generar sentido común.
Toda persona o grupo genera juicios y declaraciones acordes a su identidad. La emisión de juicios es una acción que genera ser, un ser que es núcleo de identidades de personas, grupos y pueblos entre quienes nos identificamos política y culturalmente. Por ello juzgar los crímenes de lesa humanidad es fundante para la sociedad que deseamos construir.
La eficacia social de estas declaraciones intencionales que los grupos afectados proclaman, reside en cierta autoridad para decir. Autoridad convenida por el rating y la venta de productos, constituyendo en número y homogeneidad una hegemonía discursiva y política muchas veces superior a la pluralidad de los representantes del Estado. Los medios irrumpen en el escenario político para producir fisuras y divisiones acordes a sus intereses. Cuando se realiza una declaración, se busca que una audiencia determinada se adecue a esa palabra. Ejemplo: cuando los argentinos nos declaramos independientes en 1810 lo hicimos para que el mundo que habita este territorio se adecuara a ser libre, sin embargo aun hoy tenemos en una porción de nuestro territorio un enclave colonial inglés. Así como nos cabe esta reflexión nos podríamos preguntar hasta qué punto el grupo Clarín es argentino e independiente. Como sabemos un porcentaje no despreciable de las acciones de dicha empresa pertenece al grupo inglés Goldman Sachs.
El nerviosismo actual de la corporación mediática Clarín/La Nación/Perfil, similar al del 2008, llegó a niveles inéditos luego que la Suprema Corte de Justicia de la Nación fijara al 7 de diciembre del 2012 como plazo límite para desinvertir, realizando un fallo ejemplar que revela una posición firme de la justicia argentina a favor de los intereses nacionales, legitimando una ley como herramienta de resistencia contra los embates que ejercen estos grupos económicos mediáticos globales, como es el grupo inglés Goldman Sachs-Clarín.
Las acciones que estas corporaciones realizan sobre las representaciones populares de los países donde depositan sus intereses comerciales y financieros, promueven a la vez una cultura paralizante, zonza y obscena de entretenimiento, que atentan contra los intereses del desarrollo cultural argentino y latinoamericano. Funcionan como agentes de políticas y culturas impropias a las identidades regionales.
Goldman Sachs ingresó al Grupo Clarín en 1999 con el 19 % del capital accionario y otro 10% de capital flotante trasnacional asociado a este lobby mediático que ancla sus intereses corporativos en las clausulas editoriales de medios como TN, Metro, Canal 13, Mitre, Cablevisión, entre otros.
La evidencia de la intencionalidad y pertenencia empresaria se ve reflejada en la cantidad de minutos de información que dedican a poner énfasis en la responsabilidad gubernamental por un spot argentino filmado en Malvinas por un atleta nacional y una productora inglesa obviando la militarización del atlántico sur que hoy realiza Inglaterra.
La compañía Goldman Sachs está divida en cuatro segmentos de negocios: inversión bancaria, comercio, administración de activos y servicios de seguridad.
Sabida es la vinculación de dicho grupo económico con las políticas neoliberales del conceso de Washington y posteriormente con el gobierno de Gerorge W. Bush. Dichas relaciones quedaron demostradas cuando Bush nombró como presidente de la Reserva Federal americana, a quien también fuera CEO de Goldman Sachs, Henry Poulson.
Salvando las distancias con Sietecase, un alto directivo de Goldman Sachs renunció a su cargo de forma poco convencional, a través de un duro artículo de opinión en The New York Times en el que acusa al banco de inversión estadounidense, uno de los pesos pesados de Wall Street, de referirse a sus clientes como «marionetas».
Marionetas de Goldman Sachs que podrían extrapolarse a un periodismo en decadencia, defendido por los buenos sueldos que personajes como Lanata o Pettinato cobran desde la farsa del entertaiment. Como bien indicara un alto directivo de Goldman Sachs al referirse a sus clientes: sólo tendremos éxito si nuestros clientes tienen éxito. Esta verdad básica es el fundamento de cómo nos comportamos», añadió el banco en su comunicado.
El rating les otorga legitimidad y autoridad a la emisión de juicios de sus medios, los jurados hoy tan en boga en la Tv, el árbitro o agencia de rating, o intermediario que oficie como tal genera, un legitimidad de autoridad disciplinante a través de sus operadores periodistas, conductores y entretenedores, con un poder económico subyacente que se revela muchas veces a través de sus pautas publicitarias. La polaridad o dialéctica de las calificaciones y declaraciones bueno-malo-corrupto-honesto-solidario-individualista opera como objeto político de comparación a la hora de las elecciones y de los juicios, las nominaciones, los castigos y los premios.
Es notable la virulencia informativa de estos días, así como es notable el aplazamiento hasta casi mitad de año del entretenimiento que la noche de Tinelli provee a la sociedad argentina como programa popular y generador de ¨alegría y buen humor social ¨. Es sabido que el entretenimiento es articulado también como instrumento de control social, tan antiguo como el espectáculo mortal de los romanos: Pan y Circo.
Podemos inferir que el programa de Tinelli, fue retenido con la idea de perforar la realidad con mayor negatividad, dando más lugar en la grilla para instalar el miedo, la inseguridad y la corrida del dólar. La saturación y la tendencia del humor social que logran a través de la manipulación del sentido comunicacional, bombardeando con discusiones de orden periodístico o político, así como inundando la grilla con programas de chimentos hasta el hartazgo, difundiendo públicamente conflictos de orden personal y privado, es más que lógico. Eso parece pretender este control social global, de vigilancia, de premiación y castigo a cualquier precio, que deberán pagar los ignotos, los invisibilizados, los que no ven ni sus cámaras de seguridad, ni sus gigantes ojos de gran hermano, lógica establecida en los medios de comunicación por los realitys, por los grandes ojos que generan y premian a ganadores con futuros estrellatos de televisión previo paso por peceras televisadas donde se fomenta al ser ventajero, el ser manipulador, al superviviente a cualquier costo, con tal de ganar y ser estela aunque no importe si deja un tendal . ¡Eso premian y eso castigan!
Dime cómo hablas y actúas y te diré qué juicios de valor te constituyen. Los juicios de valor éticos y morales están constituidos por juicios fundados en la historia, por ello es necesario revisar la misma, ya que esos mismos juicios son el bagaje con que abordamos el futuro. Estos juicios nos agregan mayor sentido y nos proveen de mayor conciencia para movernos hacia adelante. Podemos inferir que el pasado nos guía hacia el futuro.
Es licito presuponer que si un político como Macri, sostenido por estos monopolios mundiales y venerador de un prócer como Julio a. Roca, sea quien establezca organismos de represión como la UCEP. Es una presunción lógica que el radicalismo, por historia de gobernantes como Irigoyen o periodistas como Scalabrini Ortiz, apoyen la nacionalización de YPF y que justicialistas funden sus raíces históricas en caudillos federales como Perón y Kirchner.
Dado que en base a nuestros juicios fundamentamos nuestros acuerdos, nuestra identidad nos revela verdades históricas.
Si las acciones de un Estado se han valido del revisionismo histórico para desarticular una memoria escrita por los mismos que nos han manipulado, entonces la Argentina de hoy tiene una historia que rescatar. Tiene un rumbo y un proyecto. Un modelo que debemos sostener. El pasado y la historia son conducentes a un presente y un futuro.
Por Diego Gastón Ergas (Suplemento C+, Diario Patagónico)
