Al igual que como acontece en otras ciudades de Argentina, dentro de pocos días se pondrá en vigencia en localidades de Chubut la “prohibición de cargar combustibles a motociclistas que no lleven casco de protección”.
El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires lanzó, entre otras medidas, el programa “Sin Casco no hay Nafta” con el objeto de que los expendedores de combustibles, se comprometan a no suministrar nafta a aquellos conductores de motos en caso de que estos o sus acompañantes, no usen el casco reglamentario.
El objetivo del programa es generar conciencia en los conductores debido a que, según diferentes estudios, entre el 80 y el 90 por ciento de las muertes o lesiones graves se producen por no usar casco, y por ello ha establecido un Convenio de Cooperación entre el Gobierno de la provincia de Buenos Aires y la Federación de Entidades de Combustibles de la Provincia de Buenos Aires (FECOBA), con el propósito de promover el cumplimiento de las medidas de seguridad establecidas en la normativa de tránsito provincial, referidas a los conductores de motocicletas, ciclomotores, triciclos y cuatriciclos, y sus acompañantes. El convenio se rubricó mediante el Decreto 1691/08
Algunos concejales de Comodoro Rivadavia se han ocupado del tema y se comenta que en breve se impulsaría la aprobación de una Ordenanza de similares características.
Se asegura que tal medida contribuiría a mejorar la seguridad personal y colectiva de los que conducen motocicletas como de sus acompañantes.
La opinión de quienes tienen el sustento técnico sobre estos temas, es unánime. No delegar en terceros lo que es responsabilidad del Estado. El Ing. Carlos DeLeonardis, docente de la UNPSJB, instructor del I.A.P.G. y en quien el Intendente Néstor DiPierro confió la enorme tarea de resolver el problema del tránsito en nuestra ciudad es categórico “La idea de poner en manos de un playero la obligación de hacer cumplir la ley no vendiendo combustibles a los motociclistas sin casco, es similar a aquella que sanciona al almacenero por vender alcohol a menores. Es decir que se atacan las consecuencias y no los orígenes del problema. El Estado no puede o no sabe cómo encarar el problema entonces pone en manos de terceros su propia responsabilidad. La falta de controles no es de ahora, lleva años de existencia en nuestro país pero la solución es que el Estado cumpla con su obligación de controlar a través de los mecanismos constitucionales, aunque las medidas sean antipáticas o piantavotos.”. De igual manera piensan y coinciden la Instructora del I.A.P.G. la Prof. Maria Laura Barros y el Ing. Carlos Fredes, este último también integrante de la Universidad local y del Instituto Argentino del Petróleo.
También los expertos coincidieron en que «si se puede entregar panfletos educativos en las Estaciones de Servicio, que no solamente induzcan a usar casco, sino también que ilustren sobre el porque del uso de cinturón de seguridad, las luces bajas y los menores en los asientos traseros.»
En tanto Alfredo Stelmastuk, usuario de estos vehículos e integrante de un Club que nuclea a quienes gustan de utilizar cuatriciclos fuera de zonas urbanas, piensa distinto” sin casco no nos deben cargar combustible y si vamos con acompañante,tambien tiene que llevar casco”.
Un tema que genera un debate en cada ciudad donde se ha pretendido implementarse. No han logrado ponerse de acuerdo, ediles y usuarios, en conglomerados urbanos mucho más importantes que Comodoro Rivadavia ni en ciudades mas reducidas en número de habitantes.
Hay quienes comparan esto con la prohibición de fumar en lugares públicos y las situaciones incómodas que deben soportar, por ej; los mozos que atienden a los comensales que no desean acatar esta norma. “Quien defenderá a aquel playero que a la madrugada y ante la presencia de algunos alterados motocilistas, no les expenda combustible” se preguntan los expertos.
En una nota publicada por el periódico «La Voz» de Rio Cuarto del 28 de octubre de 2011 consigna «Con el labio partido y un diente flojo quedó un playero de la estación de servicio Rotonda Golf, de Río Cuarto, a raíz de una trompada propinada por un motociclista. Fue porque, en cumplimiento de la ordenanza que establece el criterio de “sin casco no hay nafta”, se negaron a venderle combustible por carecer del elemento de seguridad exigido.
Tras ese episodio, Marcelo Espíndola, dirigente de la Asociación de Personal de Estaciones de Servicio, reclamó ayer al municipio la derogación de esa ordenanza, sancionada el año pasado. El gremio plantea que “los playeros no son policías de tránsito”.
“Nosotros advertimos que esto iba a pasar, por eso ya durante la noche no nos negábamos a vender a los que van sin casco. Queremos que deroguen la ordenanza. Los playeros no la vamos a aplicar más y si perdemos el trabajo, porque los dueños de estaciones no quieren multas ni clausura, haremos responsables de esta situación a los concejales que impulsaron esta norma”, reclamó Espíndola.
La estadística que hoy está al alcance de un simple “click” en cualquier rubro, es sumamente importante en estos casos. Antes de delegar la responsabilidad en terceros, el Estado deberá preguntarse si descendió el consumo de alcohol ante las prohibiciones conocidas, por citar un dato.
El tema del expendio de combustibles solamente a quienes usen casco debe ser analizado en profundidad. La misma profundidad que parece no haber estado cuando se aprobó el uso de cuatriciclos en la vía pública. Un tema que no está terminado ni mucho menos.
Por Ricardo Scazzino
