La Patagonia enfrenta nuevamente días de ráfagas intensas, y el instructor de manejo defensivo Gabriel Murphy resalta la necesidad de prestar atención a las alertas climáticas y tomar precauciones especiales.
“La primera recomendación es no subestimar las alertas. Estamos acostumbrados al viento, pero el exceso de confianza puede jugar en contra”, advirtió en ADNSUR.
Murphy explicó que el peligro varía según el lugar y la velocidad. “En la ciudad, las consecuencias son distintas que en la ruta, donde se circula más rápido y la estabilidad del vehículo se compromete más”, comentó.
Por eso es fundamental reducir la velocidad, usar marchas bajas y mantener el volante firme para controlar el vehículo ante los cambios repentinos del viento.

El viento lateral es el más peligroso por su capacidad para desestabilizar el auto, en especial en zonas abiertas o al cruzar cañadones. Además, el experto señaló la complejidad que generan los movimientos de succión y liberación de energía al pasar cerca de camiones o colectivos.
“El viento lateral es el más complicado en cuanto a la estabilidad. Exige sostener con fuerza el volante y tener cuidado con los sobrepasos. Cuando pasamos cerca de un camión o colectivo, se producen movimientos de succión y liberación de energía. Si el viento te venía empujando y de golpe desaparece porque el camión te tapa, podés perder el control en segundos”, explicó.
Además, Murphy recordó que no solo los vehículos grandes están en riesgo: “Los autos más chicos pueden recibir piedras o polvo que dañan los parabrisas y afectan la visibilidad, aumentando el peligro”. Respecto a la creencia de abrir las ventanas para que el viento “pase”, aclaró que esto no es una solución efectiva y puede generar otros problemas.
Para finalizar, el instructor enfatizó: “No hay recetas mágicas. Cada situación es distinta. Pero si hay alerta, si el viento está fuerte y no hay necesidad real de salir, lo mejor es no hacerlo. Y si hay que hacerlo sí o sí, manejar despacio, con el volante firme, sin sobrepasos y con la atención puesta al 100%. La prevención sigue siendo la mejor herramienta para manejar con seguridad”.
