La voz de Celine Dion le dio un cierre perfecto a un show espectacular, que comenzó con las delegaciones atravesando parte del río Sena en embarcaciones que llegaron hasta el Trocadero. Y allí, muy cerca, la cantante interpretó el Himno al Amor, de Edith Piaf. Si bien la actividad deportiva ya lleva dos días, los Juegos Olímpicos de París 2024, formalmente, ya están desde este viernes en marcha.
Un pebetero que asombra a todos
Asombroso. Un globo inmenso que levanta vuelo con el impulso de las llamas, la música que suena en la noche de París en la voz de Celine Dion, como hace 28 años en Atlanta 1996, y la ceremonia de cuatro horas que concluye con el pebetero en el cielo parisino, en una situación sorprendente.
La emoción, en ascenso
Más manos se van pasando la antorcha por las calles de París, entre ellas el ex basquetbolista Tony Parker, que jugó con Manu Ginóbili en la época gloriosa de San Antonio Spurs. Atraviesan otros puntos principales de la ciudad camino al destino final, en medio de una lluvia que no les da respiro. Todos vestidos de blanco, se agrupan en la ruta al pebetero.
La antorcha, de mano en mano
Surgió Zinedine Zidane, tomó la antorcha de mano del caballero enmascarado y se la cedió al tenista español Rafael Nadal, antes de que un show de luces y música gane protagonismo sobre la Torre Eiffel, que luego del colorido terminó quedando por unos segundos a oscuras. Sólo se podían observar los anillos en medio de la noche parisina. De pronto, Nadal apareció en una lancha con esa llama olímpica camino al pebetero, junto a Serena Williams, Nadia Comaneci y Carl Lewis, las leyendas que se unen a la fiesta.

