Boca Juniors, dio vuelta el resultado y mantuvo el liderazgo gracias a los goles de Silva y Sánchez Miño, y así se vengó de Independiente (que le impidió clasificar para la Copa Sudamericana).
El ‘Diablo Rojo’ no para de rodar por las escaleras a pesar de la llegada de Américo Gallego. El gol de la apertura del marcador lo anotó Ferreyra pero a Independiente no le alcanzó.
Parece que cada vez que juegan Boca e Independiente es garantía de goles y emociones. Así lo ha demostrado la historia reciente de los enfrentamientos entre ‘Diablos’ y ‘Xeneizes’.
Otra vez el partido comenzó con un golpe por golpe. De entrada lo tuvo Independiente cuando casi el partido ni se había puesto en marcha, y antes de los 10′ Boca lo tuvo dos veces en los pies de Sánchez Miño. El pibe esta vez no estuvo fino y Boca perdió dos chances mano a mano con Hilario Navarro.
De a poco, pasado este furioso comienzo, Independiente se ubicó mejor en la cancha y dominó las acciones del partido proponiendo ataques continuados. Boca no la pasó bien en varias ocasiones y denotó a una defensa con serios problemas.
En especial por la zona central donde Schiavi y Caruzzo tuvieron que lidiar con la más fea. Pero la falta de pericia en la definición del lado del visitante le dio oxígeno a Boca que se animó a más.
Independiente abrió el marcador con gol en contra de Caruzzo tras espectacular jugada de Ferreyra pero Boca empardó rápidamente con un gran cabezazo del ‘Pelado’ Silva antes de la media hora. Partido muy entretenido en la pimera mitad con leve supremacía del lado de Independiente.
De todos modos, la impresión de cara al segundo tiempo fue de inestabilidad. Imaginanos que nadie se atrevió en ese momento adivinar un pronóstico. Ni que hablar si uno reparaba en los choques anteriores.
Los de Gallego, que habían mostrado pasajes de buen fútbol durante el primer tiempo, se desmoronaron en el inicio del complemento.
Tenía la pelota Independiente, pero la perdió Leguizamón en el medio campo a manos de Sánchez Miño, que en carrera hacia delante bancó la embestida de Tula y con un potente zurdazo al primer palo marcó el 2-1. Y a los 4 casi llega el tercero.
En un mal cierre entre Velázquez y Morel, Rivero se llevó la pelota dentro del área, pero su derechazo fue defectuoso y se fue desviado. Sánchez Miño se erigía en el jugador de la cancha y sobre el cuarto de hora fue derribado en la media luna por Ferreyra, pero el posterior tiro libre de silva dio en la barrera y no prosperó.
Boca pudo ampliar la ventaja con un derechazo de Rivero y con un cabezazo de Viatri (el primero se fue desviado, el segundo lo mandó Hilario al córner). Ni el ingreso de Vargas ni el de Vidal lograron torcer el camino del Rojo, que va de mal en peor en el campeonato.
Y las cargadas de la hinchada xeneize no se hicieron esperar: «De la mano del Tolo se van a la B, para nunca más volver…», sonó en La Bombonera. Y Américo Gallego, quien antes del partido había contestado con una sonrisa, se fue por el túnel con cara de preocupación.
Gallego sigue sin ganar, y ya registra dos derrotas consecutivas. ¿Y ahora?. ¿No tendrá el ‘Rojo’ otro salvador?.
El ‘Millo’, de capa caída. Vélez le hizo precio con el 2 a 0
Lejos estuvo River de ser en este match el arrollador y vertical equipo que enfrentó el pasado fin de semana a Newell’s en el Monumental, a pesar de repetir el esquema con el tridente ofensivo.
Vélez le cerró los caminos, lo presionó arriba y le hizo pasar las de Caín en Liniers. El equipo de Gareca entró con todo y en menos de 10′ le generó una pila de situaciones de peligro que hicieron temblar el arco defendido por Marcelo Barovero.
River no hizo pie en los primeros minutos y haberse ido al descanso sólo con un 1-0 abajo fue milagroso. Vélez lo desbordó en todos los sectores con un Lucas Pratto intratable. El delantero le anotó el primer gol del partido, además de resultar incontenible para sus marcadores. Diga que no tuvo suerte en otras tantas porque de lo contrario Vélez pudo haberse ido al descanso con ventaja de dos o tres goles.
¿En que quedó el equipo de River del otro día?. Ni por asomo se vio algo como lo del domingo pasado. River ni siquiera arrimó juego al área de Montoya, que pasó una noche en paz en la primera mitad.
Vélez siempre tuvo el control del partido, manejó el balón con criterio y llegó hasta el área de River utilizando cualquier sector del campo de juego. Vélez le entraba a River por todos lados y los muchachos de Almeyda se mostraron impotentes y desconcertados ante tanta supremacía del rival.
El problema mayor de River fue que nadie se hizo dueño de la pelota para hacer jugar a sus compañeros. El único que trató de asumir el rol fue el uruguayo Mora quien salió de zona de ataque y bajó unos metros para lograr esto que hablamos. De todos modos no consiguió hacer pesar su juego y Vélez, sólo mantener orden, no tuvo inconvenientes serios.
Poco cambió en el segundo tiempo en el sentido de quien dominó el juego. La única diferencia fue que Vélez resignó un poco la tenencia del balón para retrasarse unos metros buscando descansar de cara al tramo final del partido, aunque no por esto dejó de pensar el arco deBarovero.
Vélez estuvo a tiro de estirar cifras en un par de ocasiones y no estuvo fino. Por eso River siguió con vida en el partido. Aunque esto se terminó promediando la etapa con la escapada deInsúa por la izquierda que terminó en cabezazo de Ferreryra y con el gol de Ivan Bella, luego de un rebote de Barovero al taparle el cabezazo al ‘Chuky’.
