Lucas Ramil, vecino de Sarmiento, tomó una drástica decisión este viernes: se instaló junto a su hijo de dos años en la sede de la obra social Medife en Comodoro Rivadavia, cansado de esperar respuestas ante la demora en la autorización de un medicamento vital para el tratamiento oncológico del pequeño.
Lucca, de tan solo dos años, fue diagnosticado con un neuroblastoma en la glándula suprarrenal izquierda y fue operado en enero. Desde entonces, lleva adelante un tratamiento intensivo de un año que requiere quimioterapia en fechas estrictas. Sin embargo, la obra social se demoró más de 20 días en autorizar la medicación correspondiente al mes de mayo, cuando el tratamiento debía haberse administrado como máximo el día 8.
Ante esta situación, y sin recibir soluciones concretas, Lucas decidió “atrincherarse” en la sede de Medife junto a su hijo hasta obtener la aprobación necesaria para continuar con la quimioterapia. “Se cansaron de mentir, de decir que los papeles se presentaron tarde, de culpar a la clínica o al neurólogo. Nadie se quería hacer cargo”, denunció la familia.
Según relató la madre del niño, Lucca comenzó nuevamente a presentar síntomas preocupantes, similares a los que tenía al inicio de la enfermedad: temblores, dificultades para caminar, irritabilidad, insomnio, espasmos musculares y desviación de la vista.
“No recibir la medicación a tiempo pone en riesgo su vida, ya que el cáncer podría reaparecer y afectar otras partes del cuerpo con mayor agresividad”, advirtió su madre.
Finalmente, tras horas de espera y presión, lograron una respuesta: la medicación fue autorizada y Lucca pudo ser internado este mismo viernes por la tarde.
“Esto no es un juego. Con la salud no se jode. Ojalá nunca les toque ver a su hijo en esta situación, porque ahí nos van a entender”, expresó Lucas con profunda emoción al medio La Informativa Digital.
