“La atención médica en los CAPS no es solo la primera línea del sistema, es su cimiento. Y hoy ese cimiento está quebrado”, afirmó en diálogo con Radiocracia el vocero del gremio, Federico Larriera. El reclamo no es nuevo: desde marzo de 2024, Agremedch exige una recomposición salarial para los médicos que trabajan en centros de salud, cuyo ingreso mensual, incluso con el último aumento implementado en abril, apenas iguala el costo de una canasta básica patagónica.
Actualmente, un médico especialista con 36 horas semanales cobra alrededor de $1.600.000. Puede parecer un número alto en cifras nominales, pero en términos reales representa el valor hora más bajo entre las provincias patagónicas y está muy por debajo del sector privado.
Esta precarización ha provocado una estampida silenciosa: en lo que va de 2024 solo se incorporó un médico al PNA en Comodoro Rivadavia, la ciudad más poblada de la provincia. “Hoy no hay un solo currículum médico en los escritorios de los coordinadores”, alerta Larriera. Y lo que viene no es más alentador: en ciudades como Rawson o Puerto Madryn, hasta el 50% de los médicos de los CAPS se jubilarán en los próximos cinco años, sin reemplazos a la vista.
El desmantelamiento ya comenzó. Las residencias médicas de Medicina General, tradicional semillero del primer nivel, están prácticamente vacías. De las siete residencias que existían hace 15 años, solo quedan dos. Una de ellas, en Puerto Madryn, tiene apenas un residente en su tercer año.
El Primer Nivel de Atención es clave en la estrategia sanitaria provincial: resuelve entre el 85% y el 90% de las consultas ambulatorias, evita derivaciones innecesarias a hospitales y asegura la continuidad del cuidado. Su deterioro impacta de inmediato en el segundo nivel. El ejemplo más claro es Comodoro Rivadavia, donde la guardia del Hospital Regional atendió, en 2024, casi el doble de pacientes que toda la red de CAPS local.
Los médicos advierten que el problema ya no es solo salarial: es estructural. «No se trata únicamente de cuánto se paga, sino de cómo se construye el sistema de salud. Si no hay primer nivel, colapsa todo lo demás”, explica el vocero de Agremedch.
Promesas incumplidas y una mesa sin médicos
El gremio también denuncia su exclusión de la mesa paritaria convencional, a pesar de representar a más del 60% del cuerpo médico de la provincia. En abril, el gobierno provincial firmó un aumento de guardias con los sindicatos de la sanidad, dejando fuera a Agremedch, que aún se encontraba bajo conciliación obligatoria.

“Hoy se discute la política sanitaria sin representación médica. Eso no solo es antidemocrático, es suicida”, sentencian desde la conducción gremial.
El actual secretario de salud, Sergio Wisky, había reconocido durante su campaña la crisis del primer nivel y prometido fortalecerlo. Sin embargo, desde Agremedch aseguran que los reclamos siguen siendo los mismos que hace un año: condiciones dignas para sostener la atención médica más cercana a la comunidad.


Un conflicto que apenas comienza
Mientras no haya respuestas concretas, la medida de fuerza continuará por tiempo indefinido. En cada centro de salud, la modalidad varía según sus recursos: hay CAPS que solo atienden por la mañana, otros que extienden su horario hasta las 15, en lugar de las 17 como era habitual. Todos coinciden en una cosa: los sábados ya no habrá atención.
«Si no se actúa hoy, mañana no habrá médicos en los centros de salud de Chubut», advirtió el comunicado de Agremedch, difundido esta semana.
