Sostienen en un comunicado de prensa que la crítica situación del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia es un indicador del desprecio del gobierno por los sectores de la clase trabajadora.
En su análisis, piden tener en cuenta que, según cifras oficiales, en Comodoro y Rada Tilly, hay un 16% de la población económicamente activa que trabaja en negro, y en el valle ese porcentaje es mayor aún. Si esto es lo oficial, lo real seguramente es mucho mayor.
Aducen que casi la totalidad de las personas que se ven obligadas a trabajar no pueden solventar los gastos de la medicina prepaga. El panorama se agrava, si se incorpora el caso de los menores, quienes, al no ser considerados parte de la población económicamente activa ni poder gozar la jubilación, ‘heredan’ el sistema de cobertura de salud de sus padres. Lamentablemente, en las circunstancias actuales, lo que heredan también es el desprecio de parte del Estado.
Sostienen que la denuncia que hizo pública la Oficina de Derechos y Garantías de la Niñez, la Adolescencia y la Familia de Comodoro Rivadavia expone de un modo contundente el drama cotidiano que el gobierno dasnevista ha propiciado: escasez de profesionales, problemas salariales, equipamiento tecnológico deficiente, condiciones edilicias inadecuadas, etc.
En los últimos años -agrega el comunicado- la cantidad de habitantes se ha incrementado en toda la provincia y particularmente en la región sur. Sin embargo, el sistema de salud pública, en vez de haber acompañado ese crecimiento, se ha visto disminuido. Hace 20 años, en el Hospital Regional, había dos médicos encargados de atender los partos; hoy son apenas 5 y deben atender pacientes que llegan de otras localidades cercanas.
¿De qué provincia habla Das Neves, cuando recorre los medios de Buenos Aires diciendo que acá todo el mundo está feliz?, se preguntan.
Aseguran que ya se comprobó que el actual gobernador y candidato a vicepresidente gastó cuatro millones de pesos de los fondos públicos para solventar su propaganda electoral en medios de Buenos Aires y se espera que aparezcan en breve indicios de más gastos de este tipo. ¿Qué clase de fibra moral tiene alguien como Das Neves, que usa indebidamente el dinero de todos los ciudadanos para pagar sus espacios publicitarios personales, en vez de destinarlo para lo que debería (por ejemplo, el sistema de salud)?, sugieren.
Añaden que en una provincia tan rica como la nuestra, si el gobierno hubiera implementado una política al servicio del pueblo, la atención sanitaria estatal sería excelente. No hay que olvidar que se entregó por 200 millones de dólares la explotación de un yacimiento cuyo valor ronda los 40.000 millones de dólares. También ahí está la plata que no vemos en el sistema de salud. La negoció Das Neves a favor de sus amigos y de sí mismo, y en contra del pueblo.
Como reflexión final, esgrimen: “tal vez con rasgos no tan marcados por las características demográficas, esta situación es común a otras regiones de la provincia. Así las cosas, en Chubut, los pobres están condenados porque el Estado ha renunciado a cuidarlos”.
