Romina pasó una noche llena de furia y angustia en la casa de Gran Hermano porque “Alfa” Walter le dijo que no le conviene estar en las galas con las fotos de sus tres hijas ni decir que las extraña.
Lo primero que ocurrió fue que Walter escuchó un grito desde el exterior que según él dijo “olé, olé, olé, olé… Alfa… Romina, dejá de hacerte la boluda con Alfa”, por lo que fue a contarle sobre lo sucedido a la exdiputada, quien se lo tomó para mal.
“Tomátelas”, le dijo Romina a Alfa, que se enojó con su reacción y la mandó al diablo.
Los dos luego debatieron en la habitación, donde Walter le dijo a Romina que cree que hablar de sus hijas “le está jugando en contra”.
“Se ve una posición de víctima diciendo que estás acá y extrañando a las chicas, poniéndote a llorar con la foto”, sostuvo Alfa, por lo que Romina le contestó que “se estaba yendo al carajo”.
“Yo a mis hijas no las utilizo. Si pongo la foto de ellas es para que vean que las tengo siempre presente. No soy ninguna actriz ni una mentirosa”, le dijo la exdiputada al comerciante de autos.
Romina abandonó la habitación, se puso a llorar y le pidió a Walter que no le hable más.
Cuando la oriunda de Moreno se encontraba entre lágrimas en la cocina, Alfa fue a buscarla, pero ella le paró el carro a los gritos. “No me hablés más. Yo no me meto con tu hija ni tu nieta, y jamás hablé mal de vos, jamás te nominé. Todo lo que dije de vos, te lo dije en la cara”, disparó.
