Fue en la zona de La Loma, en pleno barrio Centro Oeste de la ciudad. Los ladrones entraron por una pequeña ventana del baño y luego fueron por los techos, con placas de yeso, para sortear las puertas cerradas. Escaparon con dos computadoras, un taladro, un soplete para pintar, un teléfono y un fax; y dejaron mensajes en los pizarrones de las aulas.
Delincuentes que se presumen serían adolescentes, destrozaron las instalaciones de la “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días”, ubicada en Maipú y Viamonte, informó hoy el Diario Patagónico. Las autoridades realizaron la denuncia correspondiente el martes en la Seccional Segunda por los daños, y ayer a la madrugada los delincuentes volvieron; esta vez presumiblemente acompañados por mayores con vehículos para llevarse todo lo que pudieron de la iglesia de los mormones.
Los delincuentes habrían saltado las rejas y ganado así los patios, ingresando por una pequeña ventana de uno de los baños de la iglesia.
Se pudo comprobar en el interior que una vez adentro, intentaron romper a patadas las puertas de las oficinas pero no pudieron hacerlo, por lo que sobre un escritorio de una de las aulas subieron una silla y de esa manera llegaron hasta el techo. Corrieron las planchas de yeso y caminaron por arriba para de esa manera ingresar a las oficinas de la presidencia y a la sala de materiales.
Fue así como se apoderaron de dos computadoras con sus accesorios, un teléfono y un fax. Del depósito de herramientas, en tanto, se alzaron con una máquina para pintar, la que tiene un valor cercano a los tres mil pesos, además de un taladro y otras herramientas sin utilizar. Todo lo cargaron en bolsas de plástico para residuos.
Además, ingresaron a las aulas y hasta se hicieron tiempo para pintar en los pizarrones mensajes de lo más variados. Hicieron dibujos dignos para la interpretación de algún psicólogo y escribieron “Las Malvinas son argentinas”, “Fuera ingleses”. También una hoja de marihuana, de la que sacaron flechas y escribieron: “hoja”, “fumar”, “vida sana”, “flayar (sic)”, “vajon (sic)” “reír” y “gula”.
Las huellas dactilares y las pisadas de los ladrones eran pequeñas, por lo que se deduce que serían adolescentes. Abrieron todos los cajones y rompieron documentos religiosos importantes.
Aparentemente, afuera del recinto los esperaba un mayor que no habría podido ingresar por las ventanitas del baño. Este tuvo tiempo de tomar mate, ya que dejó abandonado en el lugar el mate, la yerba, el azúcar y el termo.
En tanto, los delincuentes desparramaron en los pasillos de la iglesia el contenido de los matafuegos solo para divertirse.
“Ha sido a las 6 de la mañana, yo escuché un golpe fuerte. Y andaban en un vehículo” aportó un vecino sobre las pistas de los autores del robo a la Policía.
Droga, robo y disparos
“Vienen los pibes de La Escalera (un sitio del barrio Newbery ubicado a unas 15 cuadras), manotean todos los autos, ‘vigilantean’. Toda la semana vienen a jugar a la noche. Se esconden y se drogan. Llamamos a la Policía y no vienen. Se la agarran con los pibes del barrio, y los pibes del barrio cuidan acá. Los que andan de noche no son de acá. El otro día abrieron un auto. Son del Newbery. A un vecino le rompieron cinco veces los vidrios del auto” se quejó ante la Policía.
Es que la iglesia cuenta con un playón deportivo que se encuentra cerrado a la noche, pero los audaces saltan las rejas.
Otro de los vecinos también comentó que los pibes se esconden detrás de la iglesia, se drogan y luego “comienzan a tirar con los balines a los autos que pasan y a los que están estacionados”.
Los vecinos y el servicio de mantenimiento de la Iglesia piden que la Policía de la Seccional Segunda patrulle la zona porque cuando los llaman no acuden al lugar. “Acá (en el predio deportivo de la iglesia) se drogan; eso lo sabemos porque hemos sacado aerosoles de Poett con los que se drogan y bolsitas de pegamento. Y para sacarlos del predio hay que avisarle a la Policía, pero los llamás y no vienen” reclamaron.
Foto: Diario Patagónico
