El Millo hizo lo suyo tras un mal PT, le ganó 3-0 a San José, llegó a estar en la lona pero pasó a octavos de final por el triunfazo de Tigres en Perú contra Juan Aurich por 5-4. Y ahora hay muchas chances de que se cruce con Boca.
Sí, sí, el milagro se hizo. River está en octavos. Y si se da la lógica, se viene Boca en la próxima fase… Y si se puede mirar a futuro es gracias a que Mora apareció en el final del primer tiempo para destrabar un partido chivo, jugando con tensión, nervios, con el talento atado. Y porque después, cuando se sentía en la lona como la semana pasada en Monterrey, cuando Juan Aurich lo daba vuelta en Chiclayo en el ST, apareció el empate que le dio vida. Que lo puso, allá por las 21.12, por primera vez en la noche y en la Copa en los octavos de final. Recién ahí, cuando San José ya estaba cocinado con el 3-0, hubo explosión de los hinchas y del banco, que siguió como todos pendiente del duelo en Perú. Y sufrió al ritmo de un electrizante 5-4 de Tigres, que dio la cara y ganó, dándole una gran mani.
Lo dicen todos, la Copa recién empieza en octavos. Y River tiene revancha después de una primera fase flojísima, en la que estuvo casi nocaut, en la que cobró una mínima vida con el empate en México de la semana pasada y ahora con la primera victoria propia y el golpe que dio Tigres con suplentes en Chiclayo. A una altura de la noche todo era pesimismo cuando le dieron un penal polémico a Juan Aurich y se puso 3-2, un triunfo que sentenciaba al equipo de Gallardo. Pero hubo milagro porque los mexicanos, tras estar 1-0 y 2-1, estuvieron 2-3 y se recuperaron. Para que hubiese fiesta grande en Núñez
En ésta hay que apelar más a lo emotivo que a lo futbolístico, porque River tiene mucho que mejorar. Zafó de una eliminación vergonzosa y logró el pase cuando no dependía de sí mismo, sufriendo con el partido terrible y cambiante en Perú. Tiene a Mora on fire y el plus de haber “revivido” en esta Libertadores. Y como clasifica como de los peores segundos, tiene a la vuelta de la esquina a Boca.
