El equipo de Gallardo tuvo una floja actuación en Brasil y terminó aguantando el 1-2 para lograr el pase a la semi de la Sudamericana. Chapecoense tuvo varias chances clarísimas para anotar uno más y forzar los penales pero, con algo de fortuna, el Millo logró pasar: va con Huracán o Luqueño.
Tuvo algo que no fue fútbol. Tuvo a Rangel en contra y un angel que lo ayudó en una noche de las de peor rendimiento desde que Marcelo Gallardo es el entrenador. Tuvo suerte… Desde ahí se puede encontrar la explicación para que River sea, nuevamente, uno de los semifinalistas de la Copa Sudamericana. La pasó mal hasta el último minuto pero, una vez más, el Millonario volvió a mostrar que en los mano a mano solamente sirve una cosa: pasar a la siguiente ronda. Y lo terminó logrando.
No pudo hacer pie, lo complicó un conjunto que lo atacó abriendo la cancha y tirando centros para su centrodelantero. Así llegaron los goles. En el primero, Bruno Rangel cabeceó y un rebote en la cabeza de Alvarez Balanta hizo que Barovero no pudiera hacer nada. Ya en la segunda parte, la fórmula fue la misma: centro pasado le ganaron en el salto a Eder para bajársela y dejarle servido otro tanto a Bruno Rangel. El empate transitorio de Carlos Sánchez (sí, una vez más) tras un buen centro de Pisculichi, ya no era tranquilidad. Porque fue el conjunto brasileño quien estuvo más cerca del tercero, que llevaba la serie a los penales, que los del Muñeco de volver a marcar.
¿Porque se habla de fortuna? Porque hubo tres situaciones clarísimas para Chapecoense: a los 12′ del ST, Neto la tiró afuera con Barovero ya caído, a quince del final fue el propio arquero quien le sacó una pelota tremenda a Rangel y, ya sobre el final, Tiago Luis cabeceó de pique al suelo pero su remate, lejos de cualquier oposición rival, se elevó tanto que dio en el travesaño y salió. Suerte, River.
Ya está, ya pasó. Ahora, el entrenador deberá trabajar para mejorar lo hecho, sobre todo en defensa. Habrá que ver qué tipo de molestia lo llevó a Balanta, otra vez de floja tarea, a pedir el cambio en la segunda parte, aunque en ese caso la tarea del técnico es recuperar al colombiano desde lo futbolístico, ya que su nivel alarma. El rival en semi será Luqueño de Paraguay o Huracán, si es que Independiente de Avellaneda no puede con el Independiente colombiano: ahí habrá enfrentamiento entre argentinos.
