Fue ayer por la noche en Rawson, tras la trunca sesión de la Legislatura. El diputado provincial por el FpV sufrió un escrache. El legislador acusó, por la agresión a su vivienda, a la agrupación «Guanacos de Pie» y señaló que obedece a su posición a favor de la minería.
Gustavo Reyes relató que «anoche, después de la sesión y cuando salí a cenar no había nada en mi casa, pero cuando volví a las 11 encontré que el portón y las puertas estaban pintadas, con ese escrache. Ellos sistemáticamente vienen a las sesiones y siempre algo hacen».
El diputado aseguró que «ayer tuvimos una sesión normal, no íbamos a tratar ningún tema relacionado con la minería sino la toma de estado parlamentario del proyecto de zonificación minera» y agregó que «(Roberto) Risso manifestó su oposición pero en forma normal y cuando Argentina Martínez tomó la palabra para refutar lo que decía Risso, comenzaron los incidentes».
El legislador provincial dijo que «se optó por levantar la sesión pero esta gente (asambleístas) siguió en el recinto».
Reyes sostuvo que «no es la primera vez que sufro un escrache» ya manifestó estar «un poco acostumbrado a esto y a las amenazas».
«Mientras no lleguen a la agresión física, yo no comparto ningún tipo de actos de violencia y los repudio».
Asimismo, el legislador repasó que en algún momento «intentamos organizar un debate con las cámaras mineras, que aceptaron y la asamblea pero no quisieron porque son intransigentes. Ellos pretenden que se les de tratamiento a su proyecto (iniciativa popular) nada más. Es el no por el no mismo. Se dicen llamar ambientalistas. No vi ninguna extracción política entre la gente» apuntó.
Reyes aseveró en declaraciones radiales que «los más violentos son el grupo que se hacen llamar «Guanacos de Pie», que son de la cordillera. Tenemos la opción de no dejarlos entrar más a la Legislatura, ya que son entre 30 o 40 personas y que están identificadas gracias a las cámaras. Mirá lo paradójico: los ambientalistas sacando los tutores de los arbolitos para esperarnos con palos en la mano. Los árboles no son vida parece», señaló.
