Matías, repartidor de Pedidos Ya desde hace dos años, describe un panorama cada vez más difícil para quienes dependen de la aplicación para vivir. “Cuando empecé se hacía buena plata, pero ahora te alcanza justo para pagar cuentas y comer. La gente ya no está gastando mucho y hay pocos pedidos”, relató a El Comodorense.
Según cuenta, el trabajo se concentra en pocos días del mes. “Del 10 al 20 hay más movimiento, pero tenés que estar todo el día conectado. No tenés vida, porque estás clavado desde las 9 de la mañana hasta las 12 de la noche y así podés llegar a hacer 70 mil pesos”.
La situación se agrava por el aumento de repartidores en las calles. “Cada vez es más la gente que se suma, hay menos cobertura y menos entrada para uno. Últimamente es la única salida que te queda, y hay gente de todas las edades”, comentó.
Los pagos también son un punto crítico. “Pedidos Ya te paga por kilómetro. Si el pedido es más lejos te paga más, pero nunca pasa de cierto monto. Desde el Centro a las Torres a la noche, por ejemplo, te paga $1300 y nunca pasó más de eso”.
Para Matías, como para muchos de sus compañeros, la incertidumbre es constante: “Para todos está complicado, ya no te da para nada. Uno no sabe qué hacer para poder tirar hasta fin de mes”, concluyó.
