La comodorense está entrenando duramente de cara a lo que será la concentración y posterior viaje a Uruguay para jugar encuentros amistosos con el seleccionado nacional de hockey pista.
Actualmente, se está haciendo el recorte de lista, y de 22 jugadoras que eran, en la última concentración quedaron 16, entre ellas Lucrecia Rebello.
Esas serán las que se juntarán en Buenos Aires desde el martes al jueves próximo y por la noche de esa última jornada, cruzarán el Río de la Plata para medirse con el combinado Oriental.
Luego de disputar amistosos con las charrúas, el regreso tendrá para el plantel una nueva etapa de recorte de jugadoras, reduciéndose el mismo a un total de 12 deportistas. El objetivo de máxima, a distancia, es el Mundial de Alemania en un par de años, pero antes hay eventos importantes de nivel Panamericano.
Por eso, la comodorense, de vasta experiencia por haber jugado en el exterior, continúa con su rutina de entrenamientos a distancia en esta ciudad, más allá del duro invierno patagónico y de las inclemencias de Eolo en Comodoro.
“Yo sé lo que hago y entreno para volver a vestir la Celeste y Blanca, que es lo que más quiero”, le dijo Lucrecia a El Comodorense, plenamente convencida de su trabajo.
El mismo incluye los días martes y jueves prácticas de hockey en el Gimnasio Municipal Nº 1 a las 8 de la mañana, hasta las 9:30 hs. siempre con el apoyo logístico de allegados que le dan una mano. Allí, resulta fundamental la colaboración de Zaira Medrano, Mayra Svoboda, Sebastián Marín y Alfonsina Rebello (su hermana).
Los lunes, miércoles y viernes, la rutina de la defensora preseleccionada pasa más por lo físico, entrenando en Stadium pesas, sin horario fijo, aunque procurando respetar 60 minutos de exigente actividad.
La parte más difícil es cuando tiene que realizar tareas físicas al aire libre: martes, jueves y sábados, desarrolla la actividad planificada por el preparador físico del seleccionado nacional, por lo que los dos primeros días completa un riguroso doble turno.
Para llevarlo a cabo, utiliza a veces en el estadio Municipal Comodoro de Kilómetro 3, y en otras oportunidades el camino alternativo que quedó en desuso entre el centro de la ciudad y el infiernillo, la zona del viejo cementerio usada por un tiempo como ruta nacional por el derrumbe del Cerro Chenque a mediados de los años ’90.
Como si todo ese esfuerzo fuera poco, Rebello agrega actividad junto a los varones los sábados en Rada Tilly a fin de, con ese entrenamiento, motivar la fuerza, reacción, velocidad y rapidez de reflejos.
Con todo ese esfuerzo a cuestas, Lucrecia viajará apoyada por el Estado municipal que colabora con los pasajes -ida en avión y vuelta por vía terrestre- con el tiempo necesario para regresar a la ciudad descansando en pleno viaje tras una exigente actividad que sueña la siga teniendo en un primer plano nacional.
