En Santa Cruz, como hecho insólito de esta campaña política, se pudo obtener imágenes de afiliados radicales repartiendo boletas apócrifas donde va Cristina como Presidenta y Costa como Gobernador. En Tanto, en la localidad de Fitz Roy una persona fue filmada mientras destruía con palabras ofensivas, cartelería del candidato ucerreísta.
Las elecciones de 2011 siguen generando apostillas y anécdotas todos los días. Este fin de semana, después de conocerse la tarjeta de crédito que emitiera el empresario Eduardo Costa, candidato a Gobernador por la UCR, prometiendo un crédito inmobiliario para quienes lo voten, en zona norte de la provincia se registró un inusual hecho: afiliados Radicales repartieron boletas (obviamente apócrifas) en las cuales lleva a Cristina Fernández como candidata a la presidencia y a Eduardo Costa como gobernador.
Según reza un informe de la Agencia OPI Santa Cruz, la desacertada iniciativa de algunos operadores del Radicalismo, dio lugar a enojos dentro del Partido y un nuevo pase de factura por la forma personal que algunos manejan sus campañas. En tanto el gobernador de la provincia le dedicó algunas palabras a su oponente del radicalismo al señalar que es “un cara de piedra”, indicando que desde la propia UCR quieren “ir pegados” a Cristina, cuando en realidad no tienen proyecto y sin la antítesis de este modelo.
En Fitz Roy
Desde la localidad cercana a Caleta Olivia, reportaron que una persona identificada como Jorge Rearte, utilizando pintura en aerosol, produjo un escrache hacia el candidato a Gobernador por la UCR Eduardo Costa, dejando mensajes ofensivos en los paredones donde se encuentran publicitando su campaña.
La persona que actuó en contra de los murales pintados con propaganda política, desconocía que estaba siendo filmado por las cámaras de seguridad de la estación de servicios que hay en la ruta en Fitz Roy y de allí fue que el propietario de la expendedora pudo obtener un video donde se lo ve al hombre actuando a las 03:32hs de la mañana del día 29 de septiembre.
Averiguaciones posteriores indicaron que Rearte habría pertenecido a la policía y sobre la noche del ataque a los paredones, se pudo saber que un policía comentó que esa misma noche Rearte pasó a la comisaría a pedir agua para el mate y se asesoró que el lugar estaba despejado. Poco después manos anónimas dejaron un mensaje en la estación de servicio, luego que su propietario facilitara los videos de seguridad: “Viejo traidor: Putos no queremos”, dice el papel escrito a lápiz con trazos apurados que apareció en la obra de la parrilla que está en construcción.
