Racing no pudo con All Boys y Gimnasia bajó al ‘Tomba’

La ‘Academia’ tenía todo para ganar tras el gol de Villar pero no supo definirlo y el ‘Albo’, que no se resignó jamás, se llevó un merecido empate de premio, gracias a Bustamante. Los de…

viernes 28/02/2014 - 23:00
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La ‘Academia’ tenía todo para ganar tras el gol de Villar pero no supo definirlo y el ‘Albo’, que no se resignó jamás, se llevó un merecido empate de premio, gracias a Bustamante. Los de Mostaza acumulan cuatro sin ganar y se fueron silbados. Gimnasia le ganó merecidamente a Godoy Cruz en Mendoza.

Racing tenía todo para tomar aire después de tres derrotas consecutivas pero, una vez más, dejó pasar la oportunidad. No había jugado bien, es verdad, pero había hecho mérito suficiente para liquidar el partido contra All Boys mucho antes de que este entrara en el terreno de la desesperación final. Falló varias chances y, cuando el telón se bajaba, Bustamante apareció en el área para poner la patita y convertir en gol un insólito flipper en el área de Saja. Su gente tuvo que volverse a casa tan amargada como Mostaza, que no encuentra consuelo.

De entrada se vio un partido pobrecito, con mucha dinámica y un medio campo de pura transición, pero de un lado y del otro los de arriba estaban imprecisos. Con Vietto y Viola apagados, De Paul y Cerro eran los mejores en un Racing que no podía complicar a All Boys. Hasta que, sobre el final del primer capítulo, la Acadé agarró mal parado a su rival y, entre los últimos dos mencionados gestaron el centro que Villar, control de pecho de por medio, mandó a la red de un zurdazo.

Racing se serenó con la diferencia pero fue sólo un oasis. All Boys, obligado por el resultado y por los gritos del Negro Rodríguez, fue a buscar el empate dejando lugar para que el local explotara superioridad y terreno de contra. Pero las malas decisiones arriba seguían, y cuando Vietto la hizo bien, Cerro la tiró afuera; y Cambiasso le sacó el segundo a De Paul.

Merlo sufría en el banco y los de Floresta amenazaban con un tiro lejano de Cabrera que pasó cerquita. Y como con los de arriba no podía, Mostaza movió el banco para intentar cerrarlo desde la defensa. Pero en el final, con nada por jugarse, Bustamante la encontró boyando en el área y le puso un merecido premio a la fe y la audacia de su equipo. Por cómo se dio, aunque no fue derrota, el empate 1-1 le terminó sumando muy poquito a Racing.

En el triunfo de Gimnasia y Esgrima La Plata, Gastón Díaz y Facundo Pereryra marcaron los goles con los que el equipo de Troglio bajó a uno de los líderes del campeonato. El Lobo sumó tres puntos importantísimos.

Decir que Godoy Cruz perdió en Mendoza sería injusto. Que se entienda: Gimnasia ganó bien, mereció la victoria, pero hubo un factor fundamental para que pudiera hacerlo. Y ese factor no estuvo adentro de la cancha, sino afuera. Esta vez, entonces, no perdió Godoy Cruz. Perdió Jorge Almirón.

Los goles de Gimnasia, sobre todo el segundo, de Pereyra, dejaron al desnudo el error táctico que cometió Almirón al poner a Jerez Silva de líbero, una posición que no conoce: el mea culpa fue haberlo reemplazado a los 37′ del primer tiempo. Para ese entonces, sin embargo, Godoy Cruz ya había pagado caro las desatenciones defensivas. Y si Gimnasia había llegado a Mendoza con la intención de esperar atrás y salir de contra, imagínese cómo jugó después de haber conseguido esa inesperada ventaja.

Así y todo, lejos estuvo el Tomba de complicarlo. Y no porque los de Troglio hayan hecho un trabajo impecable de mitad de cancha hacia atrás, sino porque el circuito futbolístico del local nunca se conectó: sin Lértora, el bueno de Castillani no funcionó; Aquino anduvo flojo, Castillón no pesó y, consecuentemente, a Obolo no le llegó. Más complicado aún se le puso el partido a Godoy Cruz cuando el árbitro Patricio Loustau le mostró la roja directa al paraguayo por un supuesto codazo que en realidad no existió.

De todas maneras, para ese entonces Gimnasia ya no era el del primer tiempo. La holgada ventaja y la falta de respuesta de Godoy Cruz le habían cambiado la perspectiva del partido. Ya no era necesario salir de contra: bastaba con tener la pelota, con dominar el juego y atacar cuando se pudiera. Y de no ser por el palo (o por el penal que Loustau no le dio a Pereyra) la diferencia hubiese sido mayor…

El Lobo ganó porque tuvo algo de suerte pero sobre todo mucha inteligencia para afrontar un partido que en a priori pintaba complicado. Justamente eso fue lo que le faltó al Tomba, que en la tarde del viernes quedó tumbado.

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