El secretario gremial del ala disidente de la UOCRA, Daniel Ojeda, dijo quiere saber dónde están los aportes de los afiliados y manifestó su descontento por la actitud del secretario general Raúl Murga y la toma de decisiones que considera no tiene consenso en el pleno de los delegados del sindicato, y estima casi unipersonales. En el conflicto de Cerro Dragón, cree que la Conciliación Obligatoria tiene más actores de lo habitual, pero debe ser respetada.
“No he salido a los medios como secretario gremial del sindicato, pero no apoyaba la medida en lo que sucedió. Esto más que nada en vez de un reclamo sindical parece una movida política. No sé si de PAE o hasta desconfío del mismo secretario general. A mí me cerraron las puertas del sindicato, y no me dieron los motivos”, disparó.
En diálogo con Radiocracia, el sindicalista dijo que, igualmente los reclamos los hace por medio de la Secretaría de Trabajo. “Yo fui parte de que se acate la Conciliación Obligatoria porque le metí presión al Secretario General, que por eso calculo que es su enojo. Si él no acataba, yo con los delegados que estaban atrás mío sí lo íbamos a hacer, porque esto se nos estaba yendo de las manos”, enfatizó.
Ojeda sostuvo que el acompañamiento que tiene es de la totalidad de los trabajadores que están en la ciudad, arriba de mil obreros. Y en lo que es el campo, que están en desacuerdo, calculan otros 400 ó 500, de la parte de YPF, que están de su lado.
Desmanejo gremial
El dirigente gremial se siente indignado, porque le costó mucho arrancar y estar donde están ahora, y que de la plata que entra al sindicato, nunca hubo una rendición de cuentas. “Siempre laburamos como en la época de los picapiedras. Yo estoy en Skanska y estoy como delegado dentro, y si no comparto algo es porque la división la marcó él al cerrarme la puerta del Sindicato”, mencionó sobre Murga.
Y agregó que para hacer algo así, debería haber consensuado con cada delegado. “Ellos se armaron siempre con un grupito de Contreras y algunos otros, y nos enteramos el último día de las decisiones que tomaban”, señaló. A la vez, advirtió que no quieren ser un sindicato paralelo, ni no paralelo. “Quiero seguir trabajando porque estoy detrás el obrero. Me molesta que se hayan preocupado más por cambiar el número de cuenta, que por el reclamo real del afiliado”, expresó Ojeda.
En cuanto a cómo sigue todo, estimó que al momento de hacerse elecciones eran 900 personas. “Esta interna la va a definir la gente. Si se piden elecciones no sé si se van a poder hacer porque no hay un padrón, nunca se armó, no hubo reuniones de comisión como se debieran hacer, consensuar y no que una sola persona tome decisiones por toda la gente”, remarcó.
De Raúl Murga, sostuvo que siempre ha desconfiado de él. “Estoy cansado de que me estén dirigiendo mal. Mi postura es que la gente está en el medio. Hay que estar y dialogar con los frentes que hay. Y la Conciliación Obligatoria de hoy en día no es una común y corriente, tiene muchos frentes de empresas y trabajadores”, aseveró.
Por último enumeró que si hay un acuerdo en la Conciliación, va a seguir trabajando como lo estaba haciendo. “Se lo he dicho al mismo Gortari cuando estuvo en la UOCRA: no tengo ningún problema para ir al debate, porque para llegar al lugar que estoy, tuve que leer unos cuantos libros y saber las leyes que se tenían que volcar, no por adivinar nada más”, concluyó.
Cuestión de “pesos”
Sobre si alguna empresa bancaba a los Dragones, dijo desconocer del tema. “Nos da impotencia que muchos delegados no hablan por temor. Nunca supimos qué entraba al sindicato. Nunca se hizo nada para el día del obrero, para el día del padre, y antes lo hacíamos teniendo una cuota voluntaria, y ahora que hay una cuota que es realmente alta, casi un 4%, nos da mucha bronca. Nos gustaría saber dónde está esa plata”, se preguntó.
Coincide sí en el reclamo de igualdad de condición. “A nivel nacional, UOCRA está muy mal parada con el reclamo obrero. Nosotros la igualdad de condiciones la conseguimos con el CCT 545 de 2008, igualando los sueldos del campo. Hace cuatro años atrás ganábamos mil pesos y el petrolero estaba ganando casi 9 mil. Y hoy un obrero nuestro gana 4 mil ó 4.500 por quincena, pero no hace mucho tiempo”, dijo remarcando que continúa habiendo un notorio desfasaje.
