“El Mensaje Ambiental de Perón”, titula el diputado nacional un documento elaborado por él mismo en ocasión de cumplirse el 40º aniversario del premonitorio llamamiento ambiental hecho por Juan Domingo Perón.
Se trata de una reflexión altamente significativa de Fernando Solanas, sobre todo en un contexto como el chubutense, en el que se intenta imponer -sin discusión pública- nuevas leyes para la explotación de nuestros recursos naturales, que a continuación transcribimos:
“Un peligro mayor que afecta a toda la humanidad y pone en peligro su misma supervivencia, nos obliga a plantear la cuestión en nuevos términos que superan las divisiones partidarias o ideológicas y entran en la esfera de las relaciones de la humanidad con la naturaleza. Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biósfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobreestimación de la tecnología.”
Hace cuarenta años, Juan D. Perón escribía su “Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo”, uno de los textos más notables y premonitorios que se hayan escrito sobre el tema en América Latina. Enviado a la Cumbre Ecológica de Estocolmo en febrero de 1972, mantiene tanta actualidad que parece escrito para la reciente Rio+20. Allí volvió a verse la inoperancia y complicidad de la dirigencia mundial ante la tragedia del calentamiento global. Si hace veinte años en la primera cumbre de Río se hablaba de“desarrollo sustentable”, hoy el relato se llama “economía verde”. El mismo engaño para esconder los mismos objetivos de lucro o desarrollo del capitalismo neoliberal o del capitalismo de Estado, responsable de la mayor destrucción de la naturaleza y del genocidio de millones de pobres. Lejos de parar la hecatombe, en estas décadas la ha profundizado. La “Agencia Internacional de Energía” informó que “Las emisiones de dióxido de carbono alcanzaron en 2010 el nivel más alto de la historia, al superar por un 5% el récord anterior de 2008. El 80% de las emisiones del sector energético previstas para el 2020 ya se han alcanzado.”(Clarin 31/5/11)
El “Mensaje Ambiental” pertenece al conjunto de textos que escribe Perón en los últimos años de su vida y son su mas valioso legado doctrinario, junto con discursos y algunas escenas de las películas que con Octavio Getino le filmamos al General en 1971 en su residencia de Puerta de Hierro, en Madrid. El “Mensaje” -incluído en su obra mayor: “Modelo Argentino para el Proyecto Nacional”- pasó inadvertido y fue ignorado por los sectores académicos y la izquierda tradicional . A comienzo de los años 70 recién comenzaba a esbozarse lo que décadas mas tarde sería la conciencia ambientalista. Nuestra generación estaba lejos de comprender la gravedad de estos temas. Eran los tiempos de la dictadura del general Lanusse, con cárceles colmadas de presos políticos, huelgas, movilizaciones y acciones violentas que la resistían. Hacía tres meses que le habíamos entregado a Perón las películas y, preocupados por la resistencia argentina, no entendíamos porque Perón insistía con el tema ambiental. Nos parecía importante, pero nos costaba comprender que la humanidad estaba entrando en la era de su autodestrucción al agredir la naturaleza y contaminar el aire, el agua y la tierra:
“En el curso del último siglo – escribe Perón- el ser humano ha exterminado cerca de 200 especies animales terrestres. Ahora ha pasado a liquidar las especies marinas. Solo el petróleo liberado por los buques cisterna hundidos ha matado en la última década – la década del 60- cerca de 600.000 millones de peces. La liquidación de aguas profundas ya ha convertido en desiertos extensas zonas otrora fértiles del globo, y los ríos han pasado a ser desagües cloacales más que fuentes de agua potable o vías de comunicación…(..) La erosión provocada por el cultivo irracional o por la supresión de la vegetación natural se ha convertido en un problemas mundial, y se pretende reemplazar con productos químicos el ciclo biológico del suelo, uno de los más complejos de la naturaleza. Para colmo, muchas fuentes naturales han sido contaminadas”
Las argumentaciones ambientales de Perón, hoy siguen sorprendiendo y estan formuladas desde el contexto de un continente saqueado por el neocolonialismo: ”existen dos únicas alternativas para nuestros países: neoicolonialismo o liberación”(“Modelo Argentino”):
“Todos estos problemas están ligados de manera indisoluble con la justicia social, el de la soberanía política y la independencia económica del Tercer Mundo..(..)..Debemos cuidar nuestros recursos naturales con uñas y dientes de la voracidad de los monopolios internacionales. Por eso cada gramo de materia prima que se dejan arrebatar hoy los países del Tercer Mundo equivale a kilos de alimentos que dejarán de producir mañana”
Las advertencias de Perón se fueron cumpliendo: Argentina, con uno de los mayores reservorios alimenticios del mundo y con la sexta reserva metalífera, estuvo y está en la mira de las potencias mundiales. En estas cuatro décadas, el modelo extractivista se profundizó tanto que somos un país invadido por las transnacionales de todo el mundo: americanas, europeas, australianas, chinas o japonesas que se apropiaron de millones de hectáreas de tierras, yacimientos y bienes naturales. En las dirigencias de los gobiernos y hasta en los partidos políticos llamados “progresistas” se han impuesto las ideas neoliberales. Los procesos emancipatorios de los años 70 fueron aplastados por golpes militares y los asesinatos de sus principales lideres: Allende, Peron, Torrijos, Goulart. Las dictaduras genocidas de los años 70/80 dieron paso a las democracias moldeadas por el Consenso de Washington y se pusieron en marcha reformas constitucionales y jurídicas en todo el continente. El modelo de las privatizaciones arrasó con las escasas defensas de los patrimonios y bienes nacionales.
“El futuro de un mundo super poblado y super industrializado- dice Peron- será de los que dispongan de mayores reservas de comida, y de materia prima. Pero la historia prueba que tales reservas son solución sólo si se las sabe y se las quiere defender contra el atropello abierto o disimulado de los imperialismos.” (Film:“Actualización Política y Doctrinaria” 1971)
La reacción oligárquica-imperialista fue implacable: el legado doctrinario de Peron fue descuartizado y los dirigentes del pejota protagonizaron la mayor traición de la política argentina del siglo XX: ejecutaron, en su nombre, el proyecto neoliberal de sus enemigos históricos. La traición y la impostura no fue solo la de Menem: Néstor y Cristina Kirchner la continuaron. A pesar de contar con mayorías parlamentarias suficientes para cambiar las principales leyes de Menem, su modelo de endeudamiento externo y predominio del sistema bancario, las privatizaciones del petróleo y la minería, la exportación de granos y los servicios públicos, siguen vigentes y se han profundizado.
El límite de la impostura del discurso “progre” de los Kirchner, fue la prorroga de las concesiones petroleras de Menem promovida por Néstor en el 2007–Cerro Dragón y todas las demás – y la denuncia del colonialismo inglés que hizo Cristina en la ONU, mientras sus ministros acordaban con la Barrick Gold que es socia de las petroleras inglesas que están extrayendo en Malvinas.
El valor del discurso ambiental de Perón es que no plantea solo la defensa de los intereses nacionales, sino que va más lejos: comprende y critica la depredación ambiental que produce la sociedad de mercado del capitalismo y cuestiona su irracionalidad: “Las mal llamadas «Sociedades de Consumo», son, en realidad sistemas sociales de despilfarro masivo, basados en el gasto, por el que el gusto produce lucro…(..)..Invento al automóvil para su translado pero ahora ha erigido una civilización del automóvil que se asienta sobre la contaminación de las ciudades. El lucro y el despilfarro no pueden seguir siendo el motor básico de sociedad alguna y que la justicia social debe exigirse en la base de todo sistema”.
En los textos y charlas del final de su vida, Perón estigmatiza los sistemas deshumanizados que dominaron el siglo XX y llevaron a los pueblos a inmensas tragedias: las matanzas coloniales en Asia y Africa; la segunda guerra mundial con 50 millones de muertos, el bombardeo de Hirochima y Nagasaki que inicia la era del terror nuclear. Su critica esencial se dirige a la concepción desarrollista que esta presente en los dos grandes modelos que se enfrentaron en el siglo pasado y que expusieron a los pueblos a grandes sacrificios: el capitalismo liberal euroamericano y el capitalismo de estado sovietico.
En una de las secuencias de la película plantea una de sus ideas mayores: reemplazar el sacrificio por el esfuerzo para garantizar la felicidad del pueblo:“Entre el socialismo internacional dogmático y el capitalismo, la diferencia no es tan notable por que uno es un capitalismo de estado y el otro es un capitalismo individualista. Los dos someten: uno insectifica al hombre – indudablemente el progreso es extraordinario por que es una colmena en acción- el otro promovido por los intereses se hecha hacia delante y obtiene también grandes resultados, pero los dos, en mi concepto, son a base del sacrificio de los pueblos. Nosotros queremos que ese sacrificio desaparezca y que se realice el mismo trabajo sin sacrificio, solo con esfuerzo..(..).. Entonces es necesario que ofrezcamos a los pueblos la posibilidad de que trabajen felices, con un grado suficiente de dignidad, para un progreso técnico y científico de la humanidad, que quizás no sea tan grande como el que ha venido asegurando el capitalismo. Pero por lo menos, que no sea sobre el sacrificio de nadie. Pueblos felices, trabajando por la grandeza de un mundo futuro, pero sin sacrificio y sin dolor. Que eso es lo humano, que eso es lo natural, y que es también lo científico.” (CITA del film “Actualización Política y Doctrinaria 1971”)
Este planteo es todo un manifiesto o modelo político porque pone en cuestión las concepciones desarrollistas de izquierda, centro o derecha, con sus paradigmas de crecimiento y acumulación, que tanto mal nos han hecho. Reemplazar el sacrifricio por el esfuerzo esta en línea con la formulación del “vivir mejor” de los pueblos originarios y se complementa con la concepción del modelo socialista que formula Perón: “(NOTA: esta cita puede reducirse a la mitad…)“Nosotros queremos que ese sacrificio desaparezca y que se realice el mismo trabajo sin sacrificio solo con esfuerzo, eso es el justicialismo, ahora que es socialista natural, es socialista por que busca esas formas de convivencia con gran acento en el aspecto social: decir que el hombre sea de la comunidad pero la comunidad también sea del hombre. Porque cada comunidad tiene sus propias ideosincracias y sus propios valores intrínsecos que es necesario respetar. No son iguales dos comunidades, son de características distintas en las que influye hasta la situación geográfica absoluta, la situación geográfica relativa, la raza, en fin un sin numero de circunstancias que gravitan sobre la formación de esa comunidad, porque no se puede importar nada de afuera ¿Por qué? No es cuestión de adoptar, sino en algunas circunstancias de adaptar y en otras de crear… por que la suprema condición del arte de conducir a los pueblos es precisamente la creación y para crear hay que someterse a las circunstancias naturales del hecho que uno pretende crear..(..).. Si se hace un movimiento socialista en la Argentina, ha de ser un movimiento hecho por los argentinos, para los argentinos ¿Por qué? Y por que no se puede hacer un socialismo igual para un mugid de la zona asiática y para un hombre de la pampa argentina los dos son dos campesinos pero son diametralmente opuestos en todas sus manifestaciones anímicas y físicas y el medio es también diferente y la actividad es también distinta. En consecuencia lo que queremos es para ese argentino, realizada por los argentinos y si en eso es necesario sacrificar algunas cosas será necesario sacrificar: para gozar de algunas es necesario sacrificar otras, eso es el proceso de pesos y contrapeso que en toda comunidad establece el verdadero equilibrio de realización, eso es lo que nosotros aspiramos a hacer con el justicialismo.
En los espacios políticos y sociales de América Latina, escasean los debates teóricos y desde las fuerzas progresistas y de izquierda compiten tres posiciones y miradas que tienen en común la aceptación del capitalismo y del modelo extractivista, en convivencia con sus objetivos de satisfacer las necesidades sociales de la población:
1) La que no cuestiona la propiedad de los recursos ni la depredación de la sociedad de consumo: en aras del desarrollo del mercado y el crecimiento del PBI – la acumulacion y su hipotético derrame- impulsan los modelos extractivistas agrícolas, sojeros, mineros, petroleros… y dejan para después la cuestión ambiental. Es la mentalidad imperante en las cumbres ecológicas y que predomina en los principales paises de la región: Argentina, Brasil, Chile.
2) Quienes desde el movimiento social y el ambientalismo, solo plantean la defensa ambiental y no cuestionan la propiedad de los bienes y recursos naturales. En esta posición militan sectores de la extrema izquierda que relativizan la importancia del dominio del Estado, entre otras cuestiones, porque los gobiernos han depredado de igual manera los recursos.
3) Los que cuestionan la propiedad de los bienes y recursos pero no el modelo extrativista, porque es necesario recuperar su renta por el Estado o empresas mixtas para enfrentar las urgencias sociales.
Mientras valiosos intelectuales y dirigentes apoyan los procesos democráticos del continente abdicando de la recuperación de sus bienes, Peron plantea que la defensa del patrimonio es inseparable de su preservación y de un cambio de mentalidad:
“Son necesarias y urgentes: una revolución mental en los hombres, especialmente en los dirigentes de los países más altamente industrializados; una modificación de las estructuras sociales y productivas en todo el mundo, en particular en los países de alta tecnología donde rige la economía de mercado..(..)..Esa revolución mental implica comprender que el hombre no puede reemplazar a la naturaleza en el mantenimiento de un adecuado ciclo biológico; que la tecnología es un arma de doble filo, que el llamado progreso debe tener un límite y que incluso habrá que renunciar alguna de las comodidades que nos ha brindado la civilización; que la naturaleza debe ser restaurada y que los recursos naturales deben ser cuidados y racionalmente utilizados por el hombre. Cada nación tiene derecho al uso soberano de sus recursos naturales. Pero, al mismo tiempo, cada gobierno tiene la obligación de exigir, a sus ciudadanos el cuidado y utilización racional de los mismos”.
Cuarenta años atrás, el “Mensaje Ambiental a los Pueblos del Mundo” fue una de las primeras reflexiones que se oyeron desde el viejo continente. Después vinieron las de Fidel -que no cesó hasta hoy de alertar sobre la tragedia ambiental- y de Evo Morales, que en la cumbre de Cochabamba (..año?), alertó que el aumento en dos grados de la temperatura de la tierra, causará tantas sequías, desertificación e inundaciones que morirán 40 millones de personas por falta de agua y comida.
“La Humanidad debe ponerse en pie de guerra en defensa de sí misma.
– concluye Perón-. En esta tarea gigantesca nadie puede quedarse con los brazos cruzados. Por eso convoco a todos los pueblos y gobiernos del mundo a una acción solidaria.(..) A la irracionalidad del suicidio colectivo debemos responder con la racionalidad del deseo de supervivencia”.
